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Un adiestrador canino explica el método infalible para detener el ataque de un perro antes de que suceda

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

¿Alguna vez se te ha acercado un perro suelto con intención de atacarte y apenas has tenido segundos para reaccionar? Un adiestrador canino asegura que no se trata sólo de reflejos, sino de cambiar por completo la forma en que el animal percibe tu energía: de presa a amenaza.

Su método, compartido en un vídeo viral de YouTube, combina psicología canina, lenguaje corporal y control del miedo para evitar que un ataque se concrete.

El método infalible para detener un ataque de perro, según un experto en adiestramiento

El eje central de la técnica consiste en dejar de comportarse como una víctima. Cuando una persona huye, evita la mirada o se encoge, activa en el animal su instinto de persecución.

En cambio, el especialista de la cuenta de YouTube American Standard Dog Training, recomienda mostrarse como un «depredador» confiado y dominante.

Esto se traduce en tres pasos fundamentales:

  1. Enfrentamiento directo: encarar al perro y evitar girar la espalda.
  2. Aumentar la presencia: abrir el cuerpo, levantar los brazos y usar una voz fuerte y segura.
  3. Avanzar con decisión: un movimiento frontal y firme suele desconcertar al animal, que percibe a la persona como una amenaza seria.

Si el encuentro se produce mientras paseas con tu perro, la respuesta varía. En el caso de animales grandes y protectores, el adiestrador aconseja permitir que los canes se defiendan.

Con perros pequeños o dóciles, lo ideal es mantenerlos detrás de tu cuerpo y hacer que permanezcan quietos mientras el dueño asume el rol de protector.

Herramientas de defensa y técnicas efectivas para evitar un ataque de perro

Además del lenguaje corporal, el experto sugiere aprovechar los recursos del entorno. Objetos cotidianos como piedras, palos o correas pueden ser útiles para crear distancia o intimidar al animal.

Por ejemplo, levantar un palo sobre la cabeza activa un reflejo ancestral de sumisión en muchos perros, mientras que lanzar una piedra (aunque no impacte) puede hacer que retrocedan.

Si se utiliza una correa, el extremo blando puede agitarse a modo de látigo para generar ruido y confusión, reservando el extremo metálico exclusivamente para una defensa extrema.

Mitos sobre cómo frenar a un perro agresivo

El adiestrador advierte que muchos métodos populares no funcionan frente a un perro decidido a atacar. El gas pimienta, por ejemplo, tiene una eficacia limitada y los canes muy excitados o con alta adrenalina pueden ignorarlo casi por completo.

Algunas investigaciones sobre el uso de oleorresina capsicum confirman que su impacto depende de numerosos factores, por lo que no garantiza detener una agresión.

Tampoco sirven estrategias como hablarle con voz suave, ofrecerle comida o rociarlo con agua. En un estado de impulso, el animal no distingue buenas intenciones, ya que ve a la persona como un objetivo en movimiento.

Las asociaciones de comportamiento animal y seguridad recomiendan priorizar la prevención y la calma, evitar las zonas donde haya perros sueltos y mantener siempre una barrera física cuando sea posible.

El secreto para evitar un ataque canino no está en correr ni en mostrar miedo, sino en proyectar seguridad, imponerse visualmente y mantener el control emocional.