Madrid
Ayuntamiento de Madrid

Almeida resolverá el caos circulatorio en El Encinar de los Reyes: se revertirán los cambios de sentido

Los residentes de esta zona junto a La Moraleja estaban desesperados.

Vecinos de El Encinar de los Reyes en guerra por el colapso vial: «Tardamos 20 minutos en salir de casa»

El Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez-Almeida, solucionará el caos circulatorio que sufren desde hace unos meses el barrio de El Encinar de los Reyes, junto a La Moraleja. Fuentes consultadas por OKDIARIO aclaran que se revertirán los cambios de sentido en las calles afectadas en las próximas semanas.

Cada mañana el caos en esta zona de chalets del Norte de Madrid era patente. Como publicó este periódico, la desesperación de los vecinos afectados alcanzaba cotas máximas. En este punto, el área de Medio Ambiente y Movilidad, liderada por el edil Borja Carabante, ha escuchado a estas familias y trabaja en un plan para revertir las decisiones adoptadas.

En el foco está la calle San Enrique de Osso que pasó de ser de doble sentido a un único sentido. Esto ha provocado que los habitantes de la mayor parte de urbanizaciones de la zona tengan que dar una vuelta de consideración. Se forman largos atascos en las horas punta por el embotellamiento de coches.

A esto se suma el problema de seguridad al poner unas señales de prohibido el paso en uno de los extremos de la calle que los conductores no ven. Llevan años usando esa vía para salir hacia otras zonas de Madrid y son frecuentes los frenazos y los giros de 180 grados en medio del vial.

Quejas

«Tenemos que recorrer 1,1 kilómetros más porque la calle San Enrique de Ossó ahora es de un solo sentido. Tardamos casi media hora sólo en poder salir de casa», lamentaba Arancha, una de las afectadas. «Es una situación peligrosa. Nos dicen que han hecho un estudio de movilidad durante varios años, pero no puede ser que esta sea la mejor solución. Era mucho mejor la situación anterior, donde reinaba la convivencia», trasladaba un vecino de origen francés que reside desde hace años en la zona.

«Antes salíamos de nuestra urbanización de forma directa. Ahora nos vemos obligados a dar una vuelta tremenda con la contaminación y el ruido que conlleva. A esto se suma que hay varios colegios y una nueva residencia de ancianos que hace aún más grande el caos. Aquí muchos chavales se mueven con microcoches que hacen un estruendo tremendo», apostillaba otra afectada.

A cambio de reducir un carril se colocaba una banda de aparcamiento. Algo innecesario porque antes ya aparcaban los coches. Imperaba, según dicen, «la convivencia» y cabían los coches circulando en doble sentido y los vehículos estacionados junto a la acera.

Actualmente, se ha optado por colocar un carril exageradamente amplio que permite que los conductores aprieten el acelerador. Además, en la acera hay un carril bici degradado, de un tamaño inusualmente pequeño, que se podría aprovechar para reordenar la calle. Por el contrario, las calles anexas asumen el tráfico en las otras direcciones y se colapsan, como se puede ver en vídeos y fotografías. Ahora, los vecinos acogen con esperanza la promesa del Consistorio de poner fin a este caos diario.