La Starbucks Reserve Roastery de Milán: un bellísimo espacio consagrado al café a dos pasos del Duomo

Ubicada en el histórico Palazzo delle Poste, en pleno corazón de la Piazza Cordusio

Starbucks revoluciona Madrid con su nueva ‘flagship’ en el estadio Santiago Bernabéu

La Starbucks Reserve Roastery de Milán: un bellísimo espacio consagrado al café a dos pasos del Duomo
Starbucks Reserve Roastery de Milán. @Cortesía

Italia es sinónimo de café de calidad y de una preparación cuidada y artística. Esta misma excelencia y atención al detalle es la que define el enfoque de Starbucks en todo el mundo: servir el mejor café, elaborado a mano por baristas expertos, a cada cliente, en cada visita. Por ello, la Starbucks Reserve Roastery de Milán representa de forma viva este espíritu y saber hacer: un espacio multisensorial donde se tuestan, elaboran y se celebran algunos de los cafés más especiales del mundo.

Más allá de ser una tostadora operativa, la Roastery de Milán es un laboratorio de innovación, formación y cultura cafetera. Desde aquí se tuestan y distribuyen los granos de Starbucks Reserve™ que se sirven en tiendas de toda la región EMEA, incluida España, donde el espresso es también una bebida clave en el menú de Starbucks, reflejando así el aprecio local por el café auténtico.

Las tiendas Reserve permiten trasladar esta cultura del café al cliente local, con métodos de preparación especiales, lotes limitados de origen único y una experiencia premium distinta a la de un espacio convencional.

Esta experiencia cobra vida especialmente en la Roastery de Milán, donde se puede conocer de cerca cómo se tuestan los granos, aprender a identificar perfiles de sabor y explorar métodos como el Chemex, Siphon o Clover.

Origen responsable del café

Starbucks Reserve Roastery de Milán. @Cortesía

Starbucks es consciente de los retos del cultivo del café en un contexto de cambio climático y trabaja para mejorar la productividad, la rentabilidad y la resiliencia del cultivo.

En 2004, desarrolló, junto a Conservation International, los estándares C.A.F.E. Practices, uno de los primeros protocolos de abastecimiento ético de la industria cafetera, con más de 200 indicadores auditados por terceros en materias de sostenibilidad ambiental, responsabilidad social, transparencia económica y calidad. De hecho, Starbucks trabaja con más de 450.000 caficultores en todo el mundo.

Starbucks Foundation

Starbucks forma parte activa de las comunidades a las que sirve. Sus tiendas son espacios de encuentro, conversación y conexión. Sus baristas crean vínculos únicos con los clientes: recuerdan sus pedidos, comparten su pasión por el café y, en muchos casos, destacan por su formación especializada. A modo curiosidad, los baristas con delantal negro son “Coffee Masters” y muchos de ellos han participado en campeonatos internacionales o han visitado fincas cafeteras a través del programa Starbucks Origin Experience.

La marca también cuenta con Starbucks Foundation, cuyo objetivo es impactar positivamente a 100 millones de mujeres y niñas en comunidades cafeteras mediante ayudas centradas en el desarrollo económico y el acceso a agua limpia y saneamiento.

Aunque muchas de estas acciones se desarrollan en países productores, también trabajamos a nivel local. Así, Starbucks España colabora con organizaciones para apoyar el empleo juvenil y promover un impacto social positivo en nuestras ciudades.

Conexiones emocionales

Starbucks Reserve Roastery de Milán. @Cortesía

Pocos saben que el concepto moderno de Starbucks, tal y como se conoce hoy, nació de una experiencia personal vivida en Italia. En 1983, Howard Schultz —entonces director de marketing de Starbucks— visitó Milán y quedó profundamente impresionado por el papel que jugaban las cafeterías en la vida cotidiana de los italianos. No eran simples puntos de venta: eran lugares de encuentro, de comunidad, de conversación. Schultz observó con fascinación la relación cercana entre los baristas y sus clientes, el ritual del espresso, la “teatralidad” del servicio, la calidad de los ingredientes y el respeto por la pausa del café como momento social.

Esa vivencia fue el germen de una idea transformadora: exportar a Estados Unidos un nuevo modelo de cafetería que ofreciera algo más que café para llevar. El objetivo era replicar esa mezcla de producto premium, atención personalizada y atmósfera acogedora. Así nació Starbucks tal y como se conoce hoy.

Sin embargo, la entrada de Starbucks en Italia no fue fácil. Cuando la compañía abrió su primera tienda en Milán en 2018, lo hizo en un país con una arraigada cultura cafetera, donde los hábitos son sagrados y las expectativas muy altas.

Por eso, el desembarco fue simbólico: en lugar de abrir una tienda convencional, Starbucks apostó por una Roastery, un espacio único, inmersivo y a la altura de la historia que los unía. Fue una declaración de respeto y admiración por la tradición italiana. Desde entonces, la Roastery de Milán se ha convertido en un referente para la marca en Europa.

Café y cultura

Starbucks Reserve Roastery de Milán. @Cortesía

La Starbucks Reserve Roastery de Milán no es simplemente una cafetería: es una obra maestra arquitectónica que rinde homenaje al ritual del café como arte y experiencia sensorial. Ubicada en el histórico Palazzo delle Poste, en pleno corazón de la Piazza Cordusio, la Roastery ocupa más de 2.000 metros cuadrados de mármol, piedra tallada y detalles de cobre que evocan la tradición italiana con un toque contemporáneo.

Desde la entrada, la emblemática sirena de Starbucks se presenta en una reinterpretación artística que combina motivos clásicos con un diseño moderno, invitando a los visitantes a adentrarse en un espacio donde cada detalle tiene un significado. A lo largo del recorrido, además de la imponente tostadora de bronce de seis metros que domina el centro de la sala, destacan otras piezas artísticas como murales y relieves que reflejan la historia del café y su conexión con la cultura local, fusionando tradición y modernidad en una experiencia visual única.

El recorrido por el espacio permite descubrir las distintas zonas que lo componen. El Arriviamo Bar, inspirado en los cócteles clásicos italianos, fusiona la mixología con el café de especialidad, y está concebido como un elegante bar de hotel de estilo milanés. La barra de mármol y las vitrinas de licores de edición limitada lo convierten en un lugar único para disfrutar de creaciones como el Espresso Martini o el Cold Brew Negroni.

Starbucks Reserve Roastery de Milán. @Cortesía

La panadería Princi, originaria también de Milán, hornea pan y focaccias en un horno de leña visible desde la sala principal y ofrece una selección de repostería y platos salados elaborados con ingredientes frescos al momento. La incorporación de Princi al concepto Roastery subraya el compromiso de Starbucks con la autenticidad, el origen y la calidad.

Otra de las joyas del espacio es la estación de affogato, donde el helado artesanal se prepara al instante con nitrógeno líquido, para luego combinarse con espresso recién extraído, creando uno de los maridajes más apreciados por los visitantes.

Starbucks Reserve Roastery de Milán. @Cortesía

Visitar esta Roastery es sumergirse en el corazón de Starbucks, en el lugar donde el diseño, la gastronomía, la innovación y la cultura cafetera se encuentran para ofrecer una experiencia sensorial y emocional que trasciende lo habitual. Una prueba de cómo Starbucks entiende sus espacios no solo como lugares de consumo, sino como puntos de conexión entre personas, historias y, por supuesto, sabores.

Lo último en Lifestyle

Últimas noticias