Investigación
CASO MAJESTAD

Las Infantas Elena y Cristina también figuran como beneficiarias en la Fundación con su hermano Felipe

El Rey emérito nombró beneficiario de la sociedad offshore Fondation Zagatka a su hijo Felipe en mayo de 2006. OKDIARIO ha publicado el documento que lo prueba. Además, según refleja ese mismo documento, las Infantas Elena y Cristina también figuran como beneficiarias en la Fundación con su hermano.

En la escritura sobre el “reglamento de la Fundación”, el Rey Felipe VI figura como cuarto beneficiario de los bienes del Rey emérito, que así mismo figura como tercer beneficiario, y las Infantas Cristina y Elena figuran como quintas beneficiarias.

Hay que recordar que cuando la Infanta Cristina fue incluida como beneficiaria todavía no había estallado el caso Nóos que llevó a la cárcel a su esposo Iñaki Urdangarin.

El escrito societario está firmado por Dante Canonica, que aparece como testaferro en la mayoría de las sociedades y cuentas bancarias de Su Majestad (SM) fuera de España.

El abogado suizo no sólo es uno de los administradores de las fundaciones Zagatka y Lucum, sino que además figura en la cuenta del Credit Suisse de Ginebra, desde donde Álvaro de Orleans pagaba los gastos de Don Juan Carlos, como los jets privados utilizados para sus viajes internacionales.

El texto del documento, que forma parte de las diligencias P14783/2018 del fiscal helvético Yves Bertossa, señala que “Monsieur” (Señor) Felipe de Borbón y Grecia “es designado en calidad de cuarto beneficiario” y sobre él recaerá “la fortuna de la Fundación” por defecto si fallecen los anteriores beneficiarios.

La Casa del Rey emitió ayer un comunicado sobre la vinculación de Felipe VI con la Fondation Zagatka: “Su Majestad el Rey desconoce por completo totalmente y a día de hoy su supuesta designación como beneficiario de dicha Fundación. En todo caso, de ser cierta, su designación como beneficiario de la citada Fundación, resultaría de aplicación el apartado 2 de este comunicado”.

La nota oficial se refiere a la decisión tomada por Felipe VI en 2014 de “renunciar a la herencia de Don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder, así como cualquier activo, inversión o estructura financiera”.