Investigación
Los empleados de Sufi-Cointer que denunciaron las irregularidades comparecen el 13 de enero

La Fiscalía aprecia indicios delictivos en el escándalo de basuras de Kichi y cita a 5 trabajadores

El escándalo de la basura en Cádiz ya se ha cobrado la primera víctima política, pero podría no ser la única. El pasado viernes, el concejal de Mediomabiente del consistorio de José María González «Kichi» se veía obligado a presentar su dimisión tras las diversas informaciones desveladas por este diario. Sin embargo, el caso podría seguir llevándose por delante a nuevos responsables municipales.

Según ha podido saber OKDIARIO, la Fiscalía Provincial de Cádiz avanza con paso firme en la investigación y ha citado para el próximo 13 de enero a los cinco empleados de Sufi-Cointer que denunciaron hace pocas semanas las irregularidades de la contrata municipal.

Las fuentes del caso consultadas aseguran que el Ministerio Fiscal habría apreciado indicios delictivos en este caso y querría aclarar con los denunciantes una serie de cuestiones antes de que un juzgado de Instrucción se haga cargo del caso.

En la denuncia que presentaron ante el Ministerio Público, acompañada de abundante documentación y fotografías, los trabajadores aseguraban que la empresa, en connivencia con los inspectores de medioambiente del consistorio y otros responsables municipales, «inflaban y falseaban» los partes de limpieza. Es decir, plasmaban en los informes un número de efectivos y de maquinaria para limpiar la ciudad que era superior al real.

Según el mismo escrito, los inspectores y responsables municipales conseguían a cambio «contratos para sus familiares» en la contrata. En el mismo escrito, los empleados de Sufi-Cointer ponían encima de la mesa una posible irregularidad aún más grave: la existencia de «contratos fantasma».

Aseguraban que centenares de contratos cobrados al Ayuntamiento aparte para dispositivos especiales de limpieza en festividades se simulaban y el servicio se cubría con los mismos trabajadores, sin realizar contrataciones extra. También puntualizaban que dichos servicios especiales estaban incluidos en el pliego de condiciones y por tanto, no tendrían que cobrarse al consistorio como servicio adicional.

El ya dimitido concejal de Medioambiente, Manuel González Bauza, reconoció en unas grabaciones que se «falseaban e inflaban» los partes de limpieza de la contrata municipal de recogida de residuos, Sufi-Cointer, y que además, él mismo debía «favores» a dicha empresa, tras enchufar a su hijo.

Este hecho motivó que el pasado día 22 se convocara un pleno monográfico sobre la limpieza en el municipio. En dicha sesión, se aprobó la creación de una comisión de investigación y la oposición pidió por unanimidad la reprobación pública de González Bauza, lo que derivó en su posterior dimisión. El nuevo edil de Medioambiente será Álvaro de la Fuente Carrasco, de 32 años y técnico superior en Administración de Sistemas Informáticos.

Mientras, fuentes del caso destacan a este diario «la preocupación» o incluso «el miedo» existente entre los empleados municipales y los trabajadores de la empresa ante el devenir de la investigación iniciada por la Fiscalía Provincial.

José María González ‘Kichi’, alcalde de Cádiz.

La responsabilidad de «Kichi»

Tal y como desveló OKDIARIO, el alcalde de Cádiz, José María González «Kichi» era conocedor de todas estas irregularidades realizadas por la empresa municipal de limpieza. «Kichi» recibió en noviembre del año pasado un escrito de los empleados de Sufi-Cointer, que fue solicitado por el dimitido concejal de Medioambiente, en el que se detallaban cada uno de estos presuntos fraudes.

El regidor de la marca blanca de Podemos en a ciudad, Cádiz sí se puede, llegó a escuchar en persona el relato de los hechos en varias reuniones informales, sin embargo, meses después acordaba prorrogar por 13,3 millones y un año de duración el contrato de la empresa investigada por la Fiscalía Provincial de Cádiz.

Según ha podido saber este diario, el propio «Kichi» trasladó a los empleados que la contrata de limpieza «era una bomba de relojería», que «los trapos sucios se tenían que limpiar en casa» y que no se debía airear el escándalo «en los medios de comunicación». El regidor gaditano no consiguió su objetivo y dicho escándalo es investigado por la Fiscalía mientras su concejal responsable de limpieza ha tenido que dimitir.