Investigación
JUICIO A LOS HELLS ANGELS

La fiscal pide 176 años de prisión para 18 moteros de la banda española de Los Ángeles del Infierno

Durante años se dedicaron al cultivo y tráfico de marihuana y hachís en el norte de España. Lo consideraban su territorio, porque según los investigadores los acusados formaban el capítulo del norte o North Side en España de la banda motera de Los Ángeles del Infierno o Hells Angels.

Los tentáculos de esta sucursal de Los Ángeles del Infierno, según la Fiscalía, abarcaban desde Galicia hasta el País Vasco, pasando por Asturias, Cantabria y parte de Castilla y León (Zamora, Burgos, Palencia, León y Valladolid). En estas provincias, los procesados «se habían dedicado a la instalación, gestión y explotación masiva de cultivos de cannabis en plantaciones indoor (interiores) y que después distribuían en distintas provincias españolas, principalmente de Asturias, Cantabria, Vizcaya, La Coruña o Madrid», apunta el fiscal en su escrito.

Los Ángeles del Infierno del norte de España usaban esta vía de financiación al menos desde el año 2015 hasta su desarticulación a manos del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón y de la Policía Nacional de la Comisaría de Bilbao. Nueve de los acusados eran miembros de pleno derecho de la banda, salvo un aspirante, el resto trabajaban para la banda en la explotación y cuidado de sus siete plantaciones de marihuana, entre estas se encontraban las parejas de dos de ellos. Las mujeres, supuestamente, cuidaban de las plantaciones y hacían la labor de testaferros manteniendo a su nombre los vehículos de sus parejas.

Fue a principios de 2016 cuando los agentes detectaron al sargento de armas de la banda en tareas de gestión de plantaciones de marihuana. Tras varias vigilancias, la Guardia Civil consiguió interceptar a un correo de la banda con varios kilos de hachís. Finalmente, los policías y los guardias confirmaron que la organización se dedicaba a buscar viviendas en Asturias para centralizar el cultivo de marihuana en esa comunidad autónoma.

El día que la Policía irrumpió en las plantaciones de interior que Los Ángeles del Infierno explotaban en pisos de Vizcaya, Castro Urdiales, Treto o Bárcena de Cicero, se encontró con miles de plantas en pleno crecimiento, secaderos para las mismas y casi 50 kilos entre plantas y la droga envasada para su transporte. También hallaron armas de fuego real y de fogueo, además de multitud de puños americanos y cuchillos.

De nada sirvió que los moteros, agobiados ante la presión policial, desmantelaran dos de sus plantaciones en pisos y escondieran la maquinaria en la sede del club en Siero (Asturias). Los investigadores dieron con el escondite y también con un total de 43.540 euros procedentes del tráfico de drogas. Los policías hallaron en casa de uno de los arrestados recortes de prensa con fotografías de miembros de Los Comancheros, el club motero rival que les disputaba la hegemonía en Galicia.

En total, la Fiscalía Especial Antidroga pide para los 18 procesados penas que oscilan entre los 7 y los 17 años de cárcel por los delitos de tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas. Sin embargo, Los Ángeles del Infierno del norte de España quieren repetir la misma jugada que sus compañeros de la sucursal de la banda en Mallorca. En el juicio celebrado en el mes de febrero contra el capítulo balear de Hells Angels, 33 de los 50 acusados consiguieron librarse de las penas de cárcel asumiendo sus delitos a cambio del pago de multas poco elevadas e incluso algunos de ellos serán indemnizados por el tiempo que pasaron en prisión provisional antes de la vista oral.