Investigación

El CNI abandonó al ex militar al que utilizaron para espiar a Assange cuando fue detenido en Portugal

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) abandonó a David Morales, el ex militar vinculado a Podemos acusado de espiar a Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, tras ser detenido cuando trataba de salir de España a través de una de las fronteras con Portugal. En el momento de los hechos, Morales mantenía una relación de colaboración con los servicios secretos españoles, que le dejaron tirado.  

La relación entre Morales y el CNI se remonta a septiembre de 2017, momento en que el ex militar era el encargado de controlar las cámaras y micrófonos que vigilaban a Assange durante las 24 horas del día. Tras varios intentos frustrados, los servicios secretos españoles lograron pactar una colaboración con Morales a través de los agentes O.G. (hombre) y A.C. (mujer)Tras ese contacto, el ex militar mejoró los sistemas de escuchas para reportar a los espías toda la información que le llegara. Principalmente, datos sensibles sobre políticos y empresarios españoles y sobre sobre algunas de las operaciones secretas que lleva a cabo La Casa, como se conoce a la sede de los espías.  

Tal y como ha podido averiguar OKDIARIO, Morales seguía en contacto con el CNI el pasado 7 de marzo, momento en el que fue identificado por la Policía de Portugal tratando de abandonar España en la ciudad lusa de Castro Marim. Sin embargo, el hecho de que los agentes policiales le acabaran identificando y le prohibieran la entrada a Portugal denota que la relación ha podido romperse. Una colaboración, desvelada ayer por este periódico, que ha durado cuatro años. Hoy, uno de los espías que contactó con Morales reniega de él: «No tengo nada que ver con ese asunto», ha dicho a OKDIARIO.

Fronteras entre España y Portugal.

El acta en el que consta la detención de Morales, llevada a cabo el 7 de marzo de 2021, fue registrada en el Sistema de Información Schengen de Portugal. En dicho documento, firmado por la inspectora A. Moralis, las autoridades lusas informaron a las españolas de la identificación del ex militar que vigiló a Assange en Londres abandonando España sin permiso. La huida intentó llevarse a cabo a través de la frontera de Ayamonte, en Huelva. 

La prohibición de Morales tiene su origen en una orden de la Audiencia Nacional, que investiga al ex militar por los delitos de blanqueo -porque varios testigos declararon que Morales había registrado un aumento de patrimonio y había tratado de esconder dinero en Gibraltar-, cohecho y espionaje, entre otros, tras una querella interpuesta por Assange. 

El acta arrancaba así: “El objetivo viajaba con otros dos ciudadanos de nacionalidad española en un automóvil  Renault Kadjar de color negro». «Informó que iba a trasladar a Lisboa a los dos acompañantes, que trabajan para la empresa Mayte Sociedad Internacional SA», continuaba. Pero Morales se descubrió a sí mismo, ya que sus acompañantes portaban un documento que les permitía salir del país, y él no. 

Vinculado a Podemos

«Llevaba cuatro maletas en el maletero del coche. Se realizaron consultas con las autoridades españolas y se comunicó la situación al Cuerpo Nacional de Policía (CNP), obteniéndose información de que dicho ciudadano tenía una restricción para salir de España”. Este documento fue remitido a la División de Cooperación Internacional de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, y a su vez, al Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. 

Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional.

El pasado 26 de abril, Morales declaró ante el juez Santiago Pedraz, que instruye la causa. El fiscal solicitó que el ex militar acudiera al juzgado con mayor frecuencia, mientras que la acusación pidió prisión provisional. Sin embargo, finalmente, el juez optó por dejarle en libertad manteniendo las comparecencias que ya se llevaban a cabo, con una periodicidad mensual, y sus salidas del territorio nacional. 

El ex militar tiene relación con el partido de Pablo Iglesias a través de un contrato público, con un valor de 408.000 euros, fechado en septiembre de 2020, donde Morales figura como avalista. De la misma manera, el ex militar recibió 9.725,37 euros de Podemos, un pago efectuado en 2019 que está siendo investigado por Juan José Escalonilla, juez del caso Neurona.