Investigación

La abogada para la que piden 2 años de cárcel está a la espera de un trasplante de corazón y pulmones

La abogada Sara Benjelali se enfrente a una petición de pena de más de dos años de cárcel por representar a una mujer, Ana, que huyó de la justicia y se negó a entregar a su hijo de tres años a su padre, al que había denunciado por presuntos abusos sexuales al menor.

Mientras espera la celebración del juicio, Sara Benjelali juega un partido mucho más crucial a vida o muerte. Padece una enfermedad congénita, el llamado Síndrome de Eisenmenger, originada por una malformación en el corazón que le provoca graves problemas de presión arterial y riesgo de muerte de súbita.

«Hace ya varios años», explica la abogada, «los médicos me dieron seis meses de vida y me dijeron que la única solución es un trasplante de corazón y pulmones, que además debe realizarse simultáneamente. El índice de supervivencia de esta intervención es de sólo el 20%».

Desde entonces, Sara Benjelali está a la espera de un donante adecuado. Se encuentra bajo la supervisión del doctor Valentín Fuster, en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, y de la doctora Teresa Ríus en el Instituto de Cardiología y Medicina Interna de la clínica Teknon, para el que grabó el vídeo que acompaña a esta información.

Espera ser operada en Egipto

En principio, la intervención debe ser realizada por el doctor Sir Magdi Habib Yacoub, quien estableció en el Hospital Harefield de Londres un programa pionero de trasplante de corazón y pulmón, que ha permitido realizar más de 2.500 intervenciones desde los años 90. «El problema es que el doctor Yacoub tiene ya más de 80 años y no le permiten operar en el Reino Unido», explica la abogada, «esperamos que pueda realizar el trasplante en Egipto, su país de nacimiento, donde mantiene la licencia médica».

El trasplante de pulmón constituye aún hoy una de las técnicas médicas más arriesgadas, debido a las altas probabilidades de rechazo. A ello se suma la dificultad de encontrar un donante adecuado incluso en España, cuyo sistema nacional de trasplantes constituye un modelo en todo el mundo.

El primer trasplante conjunto de corazón y pulmón se realizó en 1981. Uno de los primeros españoles que se sometió a esta técnica fue una niña de 14 años, Ana Isabel Dena, que fue intervenida con éxito por el doctor Yacoub  en Londres en 1987.

A la espera de encontrar un donante, Sara Benjelali debe someterse ahora al juicio en el que le piden más de dos años de cárcel por auxiliar a la Juana Rivas de Ibiza. Su cliente, Ana, se encuentra en prisión desde el pasado mes de marzo. Desoyó los requerimientos judiciales y se ocultó en un chalé de Jávea (Alicante) para evitar entregar a su hijo al padre, al que había denunciado por presuntos abusos sexuales.

Archivaron la denuncia de abusos

La Fiscalía sostiene que Sara Benjelali conocía el paradero de su cliente y le acusa de colaboración en un presunto delito de sustracción de menores. El Ministerio Público pide para ella una pena de un año y nueve meses de cárcel, mientras que la acusación particular, ejercida por el padre del menor, eleva esta petición hasta los dos años y cinco meses.

Sara Benjelali colabora desde hace cinco años con un despacho ubicado en Reino Unido y con la organización no gubernamental Reunite, especializados en casos internacionales de sustracción de menores. Asumió el caso de Ana a través de la Fundación Conciencia de Ibiza, presidida por Marisina Marí, que se dedica a ayudar a niños que se encuentran bajo la tutela de la Administración para que puedan regresar con sus familias.

La juez archivó la denuncia por presuntos abusos sexuales que Ana había presentado contra su ex pareja, sin tomar declaración al médico y al psicólogo forense que habían examinado al niño. En un juicio celebrado el pasado mes de junio, la juez de Familia privó a Ana de la patria potestad sobre su hijo mientras se encuentre en prisión, y dio la custodia al padre. Ana permanece en la prisión de Ibiza desde el pasado mes de marzo y, en este tiempo, no se le ha permitido ver a su pequeño.