Internacional
Derechos Humanos

La UE denuncia arrestos «arbitrarios» en Irán tras el de la Nobel de la Paz que rechaza el velo islámico

Bruselas exige la liberación de la Premio Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi y apela a su delicado estado de salud

Las fuerzas de seguridad de Irán le propinaron golpes violentos por los que fue ingresada en el hospital dos veces

La Unión Europea (UE) ha denunciado detenciones «arbitrarias» ejecutadas por el régimen de Irán, producidas después del arresto de la Premio Nobel de la Paz de 2023, Narges Mohammadi, a la que apresaron el pasado 12 de diciembre «de forma violenta». Mohammadi es especialmente reconocida por sus reivindicaciones en contra de las leyes islámicas que imponen a la mujer el uso del velo, entre otros estrictos códigos de vestimenta.

Bruselas ha mostrado su «profunda preocupación» por la situación desatada en Irán en relación a estas «detenciones arbitrarias», y ha reclamado nuevamente la puesta en libertad de la premio Nobel de la Paz iraní. En este contexto, se ha referido también a otra treintena de activistas por los Derechos Humanos detenidos en las mismas condiciones, para los que ha exigido igualmente la liberación.

Así, la UE ha demandado a Teherán que «libere a todas las personas detenidas injustamente por ejercer sus derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión y de reunión», en palabras de Kaja Kallas, Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior.

El trato de Irán a la Nobel de la Paz

En lo referente a Narges Mohammadi, ha recordado su «delicado» estado de salud, al que ha apelado para pedir su excarcelación. La premio Nobel de la Paz ha sufrido varios infartos y pasó por el quirófano de emergencia en 2022. Además, tuvo que ser ingresada en dos ocasiones por los golpes violentos de las autoridades, según confirmó su propia familia.

Las fuerzas de seguridad de Irán arrestaron el pasado 12 de diciembre a Mohammadi y otros defensores de los Derechos Humanos, reunidos en Mashhad en un acto en memoria al abogado disidente Josrou Alikordi, que había muerto una semana antes. En total, fueron 39 detenidos por «alteración del orden público», según la Fiscalía.

En ese momento, las fuerzas de seguridad infligieron torturas, golpes violentos y otros malos tratos, denunció Amnistía Internacional. «La Unión Europea expresa su profunda preocupación por el uso generalizado de la detención arbitraria por parte de las autoridades iraníes para reprimir las voces críticas en el país», ha indicado Kaja Kallas. Se trata, ha añadido, de una «violación de las obligaciones de Irán en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos».

Narges Mohammadi llevaba sólo un año fuera de la cárcel cuando fue detenida este mes, en libertad condicional, precisamente por sus problemas médicos. Ha pasado la mayor parte de sus últimos 20 años de vida entre rejas, al acumular una pena de 31 años de cárcel con la suma de cinco condenas por protestar contra el estricto código de vestimenta que las leyes islámicas dictan para las mujeres. Se le prohibió abandonar el país, razón por la que le emiten un pasaporte, y lleva sin ver a sus hijos 11 años.