¿Por qué Elon Musk acusa al primer ministro de Reino Unido de encubrir violaciones masivas contra menores?

El magnate tecnológico Elon Musk ha desatado una ofensiva sin precedentes contra el primer ministro británico Keir Starmer, acusándole de complicidad en lo que describe como «el mayor crimen en masa de la historia del Reino Unido» y exigiendo su dimisión a apenas seis meses de haber asumido el poder.

En el centro de la controversia está el escándalo de las «grooming gangs» (bandas de abuso sexual) que conmocionó al Reino Unido hace una década. Un informe independiente de 2022 reveló que entre 2010 y 2014, más de 1.400 niñas bajo protección social fueron víctimas de abusos sexuales por grupos organizados, mayoritariamente compuestos por hombres de origen paquistaní, en regiones como Rotherham, Cornualles, Derbyshire, Rochdale y Bristol.

La conexión con Starmer surge de su rol como director del Servicio de Fiscalía de la Corona entre 2008 y 2013, período que coincide parcialmente con estos acontecimientos. En una publicación en X, Musk escribió: «En Reino Unido, los delitos graves como la violación requieren la aprobación del Servicio de Fiscalía de la Corona para que la policía presente cargos contra los sospechosos».

Añadió: «¿Quién estaba al frente de la Fiscalía cuando se permitió que bandas de violadores explotaran a niñas sin que se enfrentaran a la Justicia?, en referencia al premier durante su gestión como director del Ministerio Público». Y más tarde agregó: «Starmer fue cómplice de la violación de Gran Bretaña cuando fue jefe de la Fiscalía de la Corona durante seis años. Starmer debe irse y debe enfrentar cargos por su complicidad en el peor crimen masivo en la historia de Gran Bretaña».

Starmer fue director del Servicio de Fiscalía de la Corona entre 2008 y 2013, un período crítico durante el cual muchos de estos casos de abusos sexuales no fueron adecuadamente investigados o procesados.

Por el contrario, el primer ministro impulsó durante ese período la revisión de penas ante delitos graves como las agresiones sexuales argumentando que «en algunos casos tanto la víctima como el público estarán mejor protegidos con la imposición de una sanción en forma de una orden comunitaria rigurosa», enfocándose en programa de rehabilitación, tareas comunitarias y otras penas que sean alternativas a la prisión. Esto hizo que muchos de los depredadores salvajes paquistaníes se libraran de la cárcel y no pagaran por destrozar la vida de cientos de jóvenes británicas.

El Gobierno de Starmer se niega a investigar los abusos

Tras Starmer, Musk puso la mira en la ministra británica de Protección de los Niños, Jess Phillips, por rechazar las peticiones de una investigación pública sobre el abuso infantil en Oldham, ciudad en el norte de Inglaterra. En 2022 se publicó una revisión del abuso en Oldham, pero sus términos de referencia sólo abarcaban de 2011 a 2014. Los supervivientes de la ciudad dijeron que querían una investigación dirigida por el gobierno que cubriera un período más largo y captara lo que la revisión anterior había pasado por alto. Jess Phillips dijo que entendía el sentimiento en la ciudad, pero rechazó la solicitud y se quitó el problema de encima dejando la pelota en el tejado del Ayuntamiento de Oldham.

En una investigación de The Telegraph titulada Cómo se encubrió los casos de las violaciones masivas a menores publicada este sábado se detalla algunas de las atrocidades que fueron contadas en los juicios y cómo las autoridades británicas miraron hacia otro lado por miedo a ser tachadas de racistas:

• • «Tomemos el caso de «Anna», de Bradford. Vulnerable y en cuidado residencial, a los 14 años había hecho repetidos informes de violación, abuso y coerción. Cuando se «casó» con su abusador en una boda islámica tradicional, su trabajadora social asistió a la ceremonia. Las autoridades luego arreglaron que fuera acogida por los padres de su «esposo».
  • En Telford, Lucy Lowe murió a los 16 años junto con su madre y su hermana cuando su abusador incendió su casa en 2000. Había dado a luz al hijo de Azhar Ali Mahmood cuando tenía solo 14 años, y estaba embarazada cuando la mataron.
  • Su muerte fue posteriormente utilizada para amenazar a otros niños. La investigación de Telford encontró amenazas particularmente brutales. Cuando una víctima de 12 años se lo contó a su madre, y la madre llamó a la policía, «vinieron a mi casa unos seis o siete hombres asiáticos. Amenazaron a mi madre diciendo que bombardearían nuestra casa con gasolina si no retirábamos los cargos.»

Las autoridades de Telford ocultaron el escándalo debajo de la alfombra. En palabras de los testigos, «si quieres conservar tu puesto, mantén la cabeza agachada y la boca cerrada». Cuando finalmente se publicó una investigación independiente en 2022, se encontró que los oficiales de policía describían partes de la ciudad como una «zona prohibida» (no go zone), mientras que los testigos presentaron múltiples alegaciones de corrupción policial y favoritismo hacia la comunidad paquistaní. La investigación encontró que «había un nerviosismo sobre la raza… rayando en la reticencia a investigar crímenes cometidos por lo que se describía como la comunidad ‘asiática’», concluye el diario británico.