Internacional
Invasión de Ucrania

Putin obliga a enrolarse en su ejército a los detenidos en las manifestaciones contra su guerra

Las ciudades de Rusia se han llenado estos días de manifestaciones contra la invasión de Ucrania y contra la movilización parcial de 300.000 civiles como reclutas. Se han registrado 1.400 detenciones en todo el país de ciudadanos rusos mientras participaban en estas protestas. Muchos de ellos, como han denunciado sus familias, fueron conducidos a comisaría y allí se les entregó una citación: debían presentarse en el plazo de 24 horas en un cuartel militar para enrolarse de forma forzosa en las levas de Putin.

Rusia admite que en la invasión de Ucrania han muerto algo más de 6.000 de sus militares. Ucrania dice que son alrededor de 50.000. La inteligencia del Pentágono estima que el número total de bajas alcanza las 80.000, pero al cómputo suman a los fallecidos y a los incapacitados por heridas de gravedad. Sea como fuere, ser ruso e ir destinado a la guerra contra Ucrania supone ponerse en grave peligro de muerte. De ahí que el Gobierno de Putin utilice la movilización parcial como castigo a aquellos de sus ciudadanos que no comulguen con la campaña militar que inició el pasado mes de febrero.

Así se constata de las denuncias que están realizando familiares y amigos de personas que han participado en alguna de las multitudinarias manifestaciones contra la invasión de Ucrania y que fueron detenidas por ello. Alrededor de 1.400 personas en varias decenas de ciudades.

El relato que hacen los allegados de muchos de esos detenidos, tal y como han ido compartiendo en redes sociales, pone los pelos de punta: tras ser detenidos en plena calle, son introducidos en vehículos policiales y conducidos a comisaría, donde se les notifica una multa y se les entrega una citación. Un documento con sello militar que les insta a presentarse en uno de los centros a través de los que Putin está gestionando estas levas.

«Mi esposo fue detenido en Arbat (una de las principales calles de Moscú) y conducido al departamento de policia en Sokolina Gora. Allí emitieron una citación a la oficina de registro y alistamiento militar para mañana. Lo firmó ante un comisario militar», explica uno de los relatos que ya ha llegado a la prensa rusa.

Los chats de Telegram donde difunden información quienes se oponen a la invasión de Ucrania han ido publicando desde este miércoles imágenes de esas citaciones recibidas por detenidos.

De esa forma, aquellos que se atrevan a protestar contra la guerra de Putin pueden terminar viéndose inmersa en ella directamente.

Blindado

Vladimir Putin está dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias su invasión de Ucrania y ha puesto sobre la mesa, además de un eventual uso de armas nucleares, la movilización de esos 300.000 ciudadanos con experiencia real en combate y con conocimientos técnicos en determinadas áreas.

La movilización total de la población alcanzaría a unos 25 millones de rusos, todos aquellos hombres y mujeres que tengan una mínima experiencia militar. Pese a que sólo se han movilizado de momento a esos 300.000, la prohibición de abandonar el país sin permiso expreso de las autoridades militares se aplica ya a esos 25 millones de personas. Gran parte de los vuelos para huir del país se han agotado y los pocos que quedan han multiplicado su precio.

Revuelo y temor en Rusia ante la precipitada llamada a filas de Putin de este miércoles. El anuncio del dirigente ruso ha provocado una gran consternación entre la población civil, como se puede comprobar en las decenas de grupos rusos en Telegram donde la noticia ha sentado como un jarro de agua fría. Muchos de los participantes en esos grupos llevan seis meses viendo imágenes de cadáveres de militares rusos destrozados tras emboscadas en carreteras y bosques ucranianos, por lo que conocen bien a lo que se enfrentan.

Para evitar que esta movilización parcial de reservistas provoque un éxodo entre los 25 millones de rusos afectados por una eventual movilización general, el Gobierno ruso ha dado instrucciones precisas a sus guardias de fronteras y aeropuertos para que no se permita la salida de todo aquel ciudadano ruso cuyo nombre se encuentre registrado en los listados del ejército ruso.