Internacional

El presidente Trudeau le recuerda a Trump que Canadá mantendrá su «apertura» hacia los refugiados

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha subrayado este lunes ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que mantendrá su política de «apertura» hacia los refugiados, aunque ha aclarado que «respeta» las decisiones que pueda adoptar el país vecino, al margen de las «diferencias».

Trump y Trudeau han mantenido un encuentro en la Casa Blanca que ha venido precedido de una gran expectación, principalmente por las diferencias entre ambos en materia de política migratoria y comercial. Sin embargo, ambos han insistido en que son «aliados» y han abogado por seguir colaborando.

Trump ha dicho de Canadá que es un «gran amigo, vecino y aliado». «En estos tiempos peligrosos, es más importante que nunca mantener la alianza», ha añadido el mandatario estadounidense, partidario de tender «todavía más puentes» con el país con el que comparte la frontera norte.

Tanto Trump como Trudeau han recordado en una comparecencia ante los medios que sus respectivos países han «luchado juntos» dentro de una larga lista de vínculos comunes en el que el primer ministro canadiense también ha introducido la negociación del acuerdo para luchar contra el cambio climático.

«Nadie está tan relacionado como nosotros»

«No hay otros vecinos en el mundo que estén tan relacionados como nosotros», ha añadido Trudeau, quien no obstante ha reconocido que se trata de relaciones «bastante complejas». «No siempre estamos de acuerdo en todo», ha admitido, antes de que en el turno de preguntas saliese en varias ocasiones la cuestión de los refugiados.

El primer ministro canadiense publicó un comentado mensaje en Twitter poco después de que Trump firmase el 27 de enero el polémico decreto que impedía la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y que paralizaba el programa de acogida a refugiados. «Bienvenidos a Canadá», escribió.

Trudeau ha evitado criticar la orden ejecutiva de Trump -paralizada por la Justicia- y ha aclarado que no dirá a ningún otro país cómo tiene que «gobernarse». Sin embargo, sí que ha querido dejar claro que su Gobierno mantendrá la «política de apertura hacia los refugiados», en la medida en que entiende que no se tiene por qué ver comprometida la seguridad.

En este sentido, confía en que Canadá pueda ser un «ejemplo positivo», capaz de conseguir una «sociedad libre» en la que los ciudadanos puedan a su vez sentirse «seguros».

Trump se ha ceñido al discurso que ha repetido durante estas últimas semanas para insistir en la necesidad de mantener fuera de Estados Unidos «a la gente equivocada» –«los malos», según su propia jerga– y advertir de que el país tiene «muchos, muchos» problemas de seguridad.

Entre los motivos de preocupación, el presidente estadounidense ha citado Corea del Norte, «un gran problema» al que ha prometido responder de forma «muy contundente». Trump no ha detallado cuál sería la respuesta al disparo de un nuevo misil balístico por parte del régimen de Kim Jong-un.

Relaciones comerciales

Las relaciones comerciales ha sido el otro gran tema del encuentro bilateral, precedido de las advertencias de Trump sobre posibles cambios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), del que también forma parte México.

«Mantener unas relaciones económicas fuertes es vital para nuestro éxito mutuo», ha asegurado Trudeau, que ha reconocido la preocupación de muchos canadienses por el futuro de un acuerdo del que dependen un gran número de puestos de trabajo. Cualquier cambio, ha agregado, debe respetar el libre flujo de bienes y servicios en la frontera.

Trump se ha limitado a aludir a la necesidad de «ajustar» las «espectaculares» relaciones comerciales con Canadá, aunque sí ha querido dejar claro que «es una situación mucho menos grave» a la existente en la frontera sur. «Durante muchos años, las transacciones (con México) no han sido justas para Estados Unidos», ha justificado.

El comunicado conjunto difundido tras la reunión apela también a las vitales relaciones comerciales entre los dos países e incluye un compromiso común para desarrollar proyectos «que creen empleo mientras se respeta el medio ambiente», en plena polémica por la ‘luz verde’ de la Casa Blanca al oleoducto Keystone XL.