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La Marina británica reconoce «misoginia» y «bullying» en sus submarinos tras las denuncias de acoso sexual

Existían listas con el orden en el que las reclutas de los submarinos debían ser violadas ante un "evento catastrófico"

La Marina británica ha pedido perdón este viernes a las mujeres tripulantes de sus submarinos de combate por el escándalo que ha envuelto a las Fuerzas Armadas de Reino Unido en los últimos dos años, tras una oleada de denuncias de acoso y agresión sexual. Tras una larga investigación que dio comienzo en octubre de 2022, la Marina Real británica ha reconocido la existencia de abusos basados en «la misoginia, el bullying y otros comportamientos inaceptables» a sus tripulantes femeninas «en todos los rangos».

La investigación abarca episodios producidos entre 2014 y 2020, después de que la oficial retirada Sophie Brook diera la voz de alarma. Tras ello, el Daily Mail reveló la existencia de varias denuncias por agresión y acoso sexual. De hecho, detallaba algunos comportamientos impactantes, como la creación de listas en las que se recogía el nombre de las reclutas en el orden en el que éstas debían ser violadas en caso de producirse un «evento catastrófico».

También señalaban «gestos y comentarios sexuales» hacia las tripulantes por parte de oficiales hombres, y algunas de éstas habían indicado que recibieron golpes con objetos como portapapeles.

«Difamaciones por quejarse»

Además, las denunciantes han remarcado que después de destapar el escándalo siguieron siendo víctimas de comportamientos deplorables. «En cada etapa de este proceso, las mujeres que apoyamos han sido sometidas a difamaciones por tener la audacia de quejarse del trato que reciben», ha explicado la ONG del Centro para la Justicia Militar, que presta servicios legales a algunas de las afectadas.

Una de las abogadas de la causa, Lucy Baston, ha detallado que el proceso interno de la Marina es «tendencioso y brutal para cualquier persona que haya sido agredida sexualmente o sometida a acoso sexual» y quiera poner una queja, por lo que las reclutas se enfrentan a «enormes dificultades» en estos casos.

El almirante Ben Key, comandante en jefe de la Marina británica que ordenó la puesta en marcha de las pesquisas, ha tachado de «intolerable» los comportamientos de los que han tenido conocimiento gracias a la investigación. Además de pedir perdón a las víctimas, se ha disculpado personalmente con Sophie Brook.

Aun con todo ello, no se han abierto diligencias en los tribunales civiles y la Marina ha indicado en el informe con el que concluye la investigación que las pruebas eran insuficientes para iniciar un proceso penal, a pesar de que algunas de las acusaciones se comunicaron a la unidad de delitos graves del Ministerio de Defensa.

Sin embargo, la Marina sí ha actuado de parte para castigar a varios implicados y la rama militar ha expulsado, degradado o amonestado a más de una veintena de acusados. No han habido acusaciones formales de agresión sexual, pero se han efectuado 28 investigaciones independientes que han desembocado en la baja de 18 personas. De ellas, cuatro han sido rebajadas de rango y seis se enfrentaron a medidas disciplinarias o administrativas.

Ben Key ha insistido, tras pedir perdón, en que lo expuesto en la investigación «no representa la norma habitual» dentro del Servicio de Submarinos de la Marina. Por su parte, la abogada del Centro para la Justicia Militar ha expresado su deseo de que «esta disculpa marque un punto de inflexión». Mientras tanto, han añadido, seguirán «apoyando a las mujeres que sufren estas indignidades hoy en día y que tienen prohibido hablar con la prensa y con el Parlamento sobre ello mientras continúan sirviendo en el Ejército, como es el caso de la mayoría» de sus clientas.