Internacional

La llegada de Joe Biden trae la suspensión de las sanciones a los rebeldes hutíes

La nueva presidencia estadounidense va a suponer un cambio de rumbo en muchos frentes. Uno de ellos, es el que respecta a la relación del país con los actores de Oriente Medio. En ese sentido, Washington ha anunciado la suspensión durante un mes la vigencia de las sanciones que supone la pertenencia a la lista de los hutíes, con la idea de permitir que se produzca la ayuda y las transacciones necesarias con los rebeldes. La Casa Blanca decidirá posteriormente si mantiene la inclusión en la lista de organizaciones terroristas o los hutíes son finalmente retirados de ésta. El nuevo secretario de Estado, Antony Blinken no tardó en anunciar a su llega la revisión de esta decisión para garantizar que no existen obstáculos a la entrega de ayuda.

La violencia que sacude el país ha dejado en Yemen la peor crisis humanitaria del mundo. Debido a esto, las organizaciones humanitarias temen que las sanciones impuestas por Estados Unidos agraven aún más las condiciones de vida de la población yemení, ya que dificultan e impiden la llegada de ayuda humanitaria.

Las organizaciones, también Naciones Unidas, reclamaban que para acceder al territorio bajo control rebelde y ayudar a su población, era indispensable llegar a acuerdos con ellos de una u otra forma, por lo que temían que el bloqueo de las transacciones afectase indirectamente a la entrega de ayuda. El Tesoro estadounidense advierte de que esta decisión no afecta a los fondos que estuvieran congelados en el país con anterioridad a la inclusión en esta lista.

El conflicto de Yemen, que enfrenta a los rebeldes hutíes con el gobierno recientemente formado, y que está apoyado por Arabia Saudí y Emiratos Árabes principalmente, dura ya seis años. La coalición no ha sido capaz aún de tomar la capital yemení, Saná, que se encuentra en poder de los rebeldes desde el levantamiento. Desde entonces, el Gobierno del país mantiene la capital temporal en Adén.

Condena por el último ataque

Varios países, entre los que se encuentran Emiratos Árabes Unidos y el Líbano, además de otros europeos, han condenado el ataque que se ha producido sobre Riad, la capital saudí. Un misil aparentemente lanzado desde Yemen habría sido interceptado sobre la capital de Arabia Saudí sin causar daños.

Los hutíes han negado cualquier vinculación con el ataque, de la misma forma que hicieron con el que sacudió el aeropuerto de Adén ante la llegada del nuevo Gobierno y que dejó más de 30 víctimas mortales. Sin embargo, el primer ministro libanés, Saad Hariri no ha dudado en acusar al grupo rebelde del ataque, además de indicar que Irán tiene el objetivo de sabotear los acuerdos alcanzados en Arabia Saudí y que han permitido establecer un nuevo ejecutivo en el país.

De la misma forma se ha posicionado Emiratos Árabes Unidos, que a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores ha manifestado su rechazo a los intentos de los hutíes apoyados Irán de continuar con la violencia en la región. También han incidido en que la seguridad de Arabia Saudí y la de Emiratos es algo indivisible, y que cualquier amenaza a Arabia Suadí, Emiratos la considerará también como propia.