Internacional
ATENTADO CONTRA DONALD TRUMP

El Servicio Secreto de Estados Unidos no vio al francotirador al que sí detectaron varios espectadores

El equipo de francotiradores del Servicio Secreto de Estados Unidos tardó varios segundos en neutralizar al agresor de Trump

Los agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos se encuentran desde este domingo en el punto de mira después del atentado contra el ex  presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del sábado en el condado de Butler (Pensilvania). La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, tiene previsto comparecer ante un comité de investigación del Congreso el 22 de julio, donde explicará cómo es posible que Thomas Matthew Crooks, de 20 años, disparase contra  la cabeza del ex presidente Donald Trump con un rifle desde 150 metros de su atril. ¿Cómo se pudo acercar tanto? Incluso los testigos, como Greg Smith, han puesto de manifiesto los fallos en seguridad del Servicio Secreto, asegurando que «vimos al tipo con un rifle trepar».

A las 18:12 horas se escuchó el primer disparo en el atentado contra el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump en el condado de Butler (Pensilvania). Es entonces cuando Trump se agarra al atril y mira a su derecha. Deja de hablar y se toca la oreja derecha, donde le ha herido Thomas Matthew Crooks, el agresor de 20 años que quería asesinarle.

«¡Al suelo! ¡Al suelo! ¡Al suelo! ¡Al suelo!», grita un agente del Servicio Secreto. Se produce otra ráfaga de disparos. La multitud grita y se agacha. Tres agentes se lanzan sobre Trump.

Es entonces, cuando Corey Comperatore, de 50 años, cae muerto asesinado al echarse encima de su hija para protegerla de las balas y hacer de escudo humano. Otros dos asistentes al mitin de Trump resultan gravemente heridos en el tiroteo.

El tirador es abatido.»El tirador ha caído», dice un agente del Servicio Secreto en el escenario.

El fiscal del distrito del condado de Butler ha reconocido que el tirador disparó desde el tejado de un edificio de oficinas próximo al recinto. El edificio pertenece a American Glass Research, un laboratorio independiente de servicios, investigación y pruebas para la industria de envases de vidrio.

Como Greg Smith explica en este vídeo, «entramos y más o menos cuando Trump llevaba entre cinco y siete minutos hablando, nos dimos cuenta de que había un tipo trepando hacia el tejado. Estaba a unos 15 pies de nosotros. Estamos ahí y nos ponemos a señalar al tipo. Tenía un rifle. Podíamos verle claramente con un rifle. La Policía está ahí», relata después del atentado contra Trump.

«Le dijimos a la Policía: ‘Oiga, hay ahí un hombre con un rifle’. Y la Policía actuando como que no sabían lo que pasaba».

¿Cómo pudo acercarse tanto el tirador al ex presidente? ¿Cómo pudo estar durante tanto tiempo vestido de camuflaje gris tumbado inmóvil en el tejado de esta planta justo al norte del recinto Butler Farm Show, donde se celebró el mitin de Trump?

El tejado estaba a menos de 150 metros de donde se encontraba hablaba Trump, una distancia desde la que un tirador puede hacer blanco. En esete caso, utilizó un AR-15, que es la versión civil semiautomática del M16 militar.

Los francotiradores del equipo de contraasalto del Servicio Secreto neutralizaron al agresor. El equipo de contraasalto, fuertemente armado y cuyo nombre en clave en el Servicio Secreto es Ojo de Halcón, se encarga de eliminar las amenazas para que otros agentes puedan proteger a la persona designada. El equipo de francotiradores, cuyo nombre en clave es Hércules, utiliza prismáticos de largo alcance y está equipado con rifles de francotirador para hacer frente a las amenazas de largo alcance. Por ello, los congresistas querrán saber por qué tardaron varios segundos en neutralizar a Thomas Matthew Crooks después de que disparase contra la cabeza de Donald Trump.