Internacional
Crisis en el Gobierno británico

Boris Johnson se niega a dimitir pese a la presiones de su gabinete para que tire ya la toalla

Un grupo de altos funcionarios del Gabinete del primer ministro británico, Boris Johnson, han acudido este miércoles a Downing Street para trasladarle al premier la necesidad de que renuncie al cargo en medio de la crisis de gobierno, iniciada el martes tras la dimisión de dos ministros y varios subalternos. Pero ha sido en vano, el líder conservador se niega a dimitir y se ha enrocado en su cargo.

Según ha adelantado la radiotelevisión británica BBC, entre el grupo de funcionarios se encuentra el recien nombrado ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, quien asumió el cargo tras la dimisión de Rishi Sunak el martes; la ministra del Interior, Priti Patel, o el secretario de Estado de Transportes, Grant Shapps.

Por otro lado, se estima que otro grupo de funcionarios afines a Johnson se han desplazado también hasta la residencia oficial y oficina del primer ministro para trasladarle su apoyo, entre los que se encontraría la secretaria de Cultura, Nadine Dorries, o el ministro de Oportunidades para el Brexit, Jacob Rees-Mogg.

El goteo de dimisiones sigue este miércoles en el Gobierno de Reino Unido, con varias salidas que amplían aún más la presión sobre el primer ministro Johnson a cuenta de los cambios de versión sobre el polémico nombramiento de un alto cargo del grupo conservador en la Cámara de los Comunes.

Las dimisiones el martes de los ministros de Finanzas, Rishi Sunak, y de Sanidad, Sajid Javid, por la pérdida de la confianza en el primer ministro han supuesto el golpe político más duro hasta la fecha contra Johnson, que hace un mes ya sorteó a duras penas una moción de censura impulsada por sus propios compañeros.

A Sunak y Javid se han sumado en las últimas horas otros altos cargos del Ejecutivo -ya son cerca de 40- que también cuestionan al primer ministro y este miércoles han hecho pública su salida los secretarios de Estado de Infancia y Familia, Will Quince; el de Educación, Robin Walker; o el de Economía, John Glen.

Sin embargo, el premier ha asegurado que no piensa dimitir y ha resaltado que tiene «un mandato colosal» derivado de las elecciones de 2019, a la par que ha dicho que «seguirá en marcha» pues la crisis interna no está afectando a la acción del Ejecutivo.

Por su parte, el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, ha denunciado que los tories se han convertido «en un partido corrupto que defiende lo indefendible», al tiempo que ha criticado a los ministros que han dimitido por no haberlo hecho antes y demostrar que carecen de «algo de integridad».