Internacional

Biden más siniestro que nunca: «Tenía una enfermera que me hacía cosas que no enseñan en la escuela»

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha relatado de forma extraña y desagradable este lunes una experiencia que tuvo a finales de los años 80 en el hospital Walter Reed Center, buque insignia de la red de centros hospitalarios del país, donde ha asegurado que «tenía una enfermera que me hacía cosas que no enseñan en la escuela». Biden, que se enfrenta a diario a las críticas que cuestionan su estado físico y mental para ser presidente, no hace más que echar gasolina con estos comentarios a estas dudas, que le hacen perder apoyos en el voto femenino, vital para su agrupación, el Partido Demócrata.

En esta ocasión, en un acto en Virginia Beach (Virginia) sobre sanidad, una de las vacas sagradas de su grupo político, Biden ha asegurado que en 1988 fue hospitalizado por dos aneurismas cerebrales potencialmente mortales. «Tuve una enfermera que se llamaba Pearl Nelson. Me susurraba al oído, yo no entendía nada, pero susurraba y se inclinaba. Y respiraba sobre mí para asegurarse de que hubiese cierta conexión entre nosotros, una conexión humana. Venía y hacía cosas que no creo que se aprendan en la escuela de enfermería», ha repetido el presidente, suscitando las miradas de incredulidad entre los asistentes.

Orgulloso de su relato, Biden, entonces senador de Delaware en la Cámara Alta, donde fraguó una gran amistad con Ted Kennedy, ha recordado que «se fue a su casa y me trajo una almohada de su cama para mí, ya que no me gustaba la que yo tenía en el hospital». «Los médicos sois buenos, pero si hay ángeles en el cielo, ésas son las enfermeras», ha subrayado el presidente ante una audiencia incrédula.

«¿Sabéis por qué? Vosotros nos permitís vivir, pero las enfermeras son las que nos dan las ganas de vivir», ha seguido con sus bromas, que han provocado que la audiencia se sintiese cada vez más incómoda a pesar de que el equipo de la Casa Blanca le había preparado un público lleno de afiliados de su partido. Este incómodo discurso del presidente no sólo se une a otras inapropiadas intervenciones que hacen resentirse sus índices de apoyo en las encuestas, sino que se unen a sus inadecuados relatos sobre las enfermeras. Hace meses, Biden contó una anécdota similar cuando, durante su viaje a Oriente Próximo en julio, en una visita en un hospital de Jerusalén Este que atiende a la población palestina, preguntó por las sanitarias: «¿Hay alguna enfermera en la sala? Porque si no, me voy a casa», dijo el presidente entre risas.