Internacional

Amnistía Internacional denuncia las devoluciones masivas de refugiados sirios por parte de Turquía

La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) afirmó este viernes que las devoluciones forzosas a gran escala de refugiados sirios desde Turquía revelan los «fatídicos defectos» del acuerdo entre el país y la Unión Europea (UE).

La organización aseguró en un comunicado que, según sus investigaciones en las provincias fronterizas del sur del país, Turquía detiene y expulsa a cerca de un centenar de personas casi a diario desde mediado de enero.

AI afirmó que en los últimos tres días ha recopilado testimonios que revelan que la práctica de las autoridades turcas «constituye un secreto a voces en la región», recalcando que «todas las devoluciones forzosas a Siria son ilegales».

«En su desesperación por sellar sus fronteras, los líderes de la UE han hecho deliberadamente caso omiso de los hechos más simples: Turquía no es un país seguro para las personas refugiadas sirias, y cada día es un poco menos seguro», manifestó el director para Europa y Asia Central de AI, John Dalhuisen.

«Las devoluciones en gran escala de personas refugiadas sirias que hemos documentado ponen de manifiesto los fatídicos defectos del acuerdo entre la UE y Turquía. Para aplicar ese acuerdo, hay que tener corazón de piedra, y un absoluto desprecio por el Derecho Internacional», añadió.

En este sentido, Dalhuisen lamentó que «lejos de presionar a Turquía para que mejore la protección que brinda a las personas refugiadas sirias, lo que está haciendo la UE en la práctica es incentivar lo contrario».

«Parece sumamente probable que, entre las últimas siete o nueve semanas, Turquía haya devuelto a Siria a varios miles de personas refugiadas. Si el acuerdo sigue adelante según lo previsto, existe un riesgo muy real de que algunas de las personas que la UE devuelva a Turquía corran la misma suerte», sostuvo.

AI resaltó que entre los refugiados devueltos de forma forzosa al país árabe figuran tres niños sin acompañantes y una mujer embarazada de ocho meses. «La inhumanidad y la magnitud de las devoluciones son francamente espantosas. Turquía debe detenerlas de inmediato», reclamó Dalhuisen.

En la actualidad hay cerca de 200.000 personas desplazadas en una franja de unos 20 kilómetros en la frontera turca, en la que las condiciones de los campamentos «son atroces, sin agua potable ni saneamiento», según ONG y residentes.

«En los últimos meses, Turquía ha introducido requisitos de visado para las personas sirias que llegan por vía aérea, ha cerrado su frontera terrestre con Siria para todas las personas menos las que necesitan atención médica de urgencia, y ha disparado contra algunas de las que intentan entrar en el país irregularmente», lamentó Dalhuisen.