Cuerpo humano

Los pasos para medir la fuerza de la parte inferior del cuerpo

Los pasos para medir la fuerza de la parte inferior del cuerpo
Los pasos para medir la fuerza de la parte inferior del cuerpo

Antes de iniciar una rutina de entrenamiento, es indispensable saber cuáles son las condiciones físicas en las que nos encontramos. Éstas cambian según los grupos musculares cuyo estado quiera conocerse, y en este artículo vamos a enseñarte algunos pasos para medir la fuerza de la parte inferior del cuerpo. Ésta es clave porque soporta peso e influye en la postura que adoptamos.

Hacer un seguimiento a través de mediciones es imprescindible también si ya estás entrenando para analizar tu rendimiento. Determinando la potencia que tienes antes y después de cada ejercicio, podrás llevar un registro de tus progresos a largo plazo.

Cómo medir la fuerza de la parte inferior del cuerpo

Prueba en cuclillas

El modo más simple de descubrir nuestra fuerza y velocidad de piernas es parándonos con la espalda plana contra la pared, manteniendo los pies a unos 30 centímetros de la pared y separados entre sí a la misma distancia que hay entre los hombros.

Dobla las rodillas lentamente y déjate deslizar por la pared hasta quedar en cuclillas, mientras sostienes tu espalda contra la pared. Intenta no arquearte y asegúrate de que las rodillas estén alineadas con los pies. Sigue deslizándote poco a poco hasta encontrar una posición cómoda en la que puedas permanecer durante varios segundos o hasta un minuto. Resiste todo lo que sea posible.

Tienes que repetir esa prueba dos veces más, y dejar los minutos y segundos con tu teléfono un reloj para anotarlos. Evidentemente, entre cada ejercicio es necesario que descanses y te recuperes, o los indicadores de tiempo caerán.

Considerando la mejor de las tres marcas obtenidas, las conclusiones dependerán de tu máxima resistencia:

  • Menos de 20 segundos: piernas débiles
  • Entre 20 y 35 segundos: piernas «normales»
  • Más de 20 segundos: piernas fuertes

La otra manera de hacerlo

Alternativamente, puedes usar una silla para hacer un ensayo distinto pero que proporciona la misma información sobre tus piernas.

Párate frente a la silla, dándole la espalda y con los pies separados a la altura de los hombros. Pon las manos en las caderas, colócate en cuclillas como si fueras a sentarte en la silla y baja hasta ella, pero sin hacerlo. Tócala y vuelve a la posición de pie.

Realiza el movimiento todas las veces que puedas hasta que tus piernas digan basta y utiliza la siguiente guía práctica:

  • Menos de 10 repeticiones: piernas débiles
  • Entre 10 y 20 repeticiones: piernas «normales»
  • Más de 20 repeticiones: piernas fuertes

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