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Cómo pulir cemento de manera correcta

pulir cemento
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Son muchos los pisos y casas que tienen suelos de hormigón o cemento, sin duda el más resistente. Otros materiales como el parqué o la tarima flotante requieren más cuidados, por lo que el cemento es perfecto para no preocuparse por eso. ¿Quieres saber cómo pulir cemento de manera correcta? Sigue leyendo y toma nota de las claves para poder hacerlo.

Aunque el cemento sea un material muy resistente, conviene pulirlo con cierta frecuencia para que se mantenta en perfectas condiciones. Eso hará también que se vea mucho más bonito y llamativo.

Claves para pulir cemento de manera correcta

  1. Lo primero que tienes que hacer es conseguir la maquinaria o herramientas adecuadas para pulir cemento. En establecimientos especializados puedes encontrar una gran variedad, y casi todas incluyen discos de diversos grosores que proporcionarán diferentes resultados.
  2. Si vas a realizar la limpieza en mojado, el agua actuará de lubricante y beneficiará el uso de herramientas al rebajar las altas temperaturas que provoca su manejo. También se puede hacer la limpieza en seco.
  3. Limpia el suelo con una escoba para eliminar cualquier suciedad, escombros, restos o lo que pueda haber. Recógelo con una aspiradora o con un recogedor.
  4. Friega también la superficie con agua y un detergente suave. La fregona debe ser también suave, y debes pasarla de forma que elimines cualquier suciedad o mancha que haya quedado después de barrer.
  5. Con el suelo limpio y seco, ya puedes pasar un disco de pulido de grano grueso, que es el más efectivo para eliminar manchas difíciles y limpiar las zonas más ásperas del cemento.
  6. Empieza a pulir cemento en uno de los extremos y ve moviéndote hacia arriba, de un lado a otro, hasta cubrir toda la superficie. Los movimientos deben ser circulares.
  7. Al realizar el pulido debes incidir especialmente en las zonas con manchas para poder eliminarlas cuanto antes y de la forma más eficaz.
  8. Cambia ahora a un disco de pulido que sea de grano fino y pásalo de la misma manera, con movimientos circulares y por todo el suelo. Cualquier resto de las manchas eliminadas en el paso anterior se rebajará o incluso desaparecerá. Además, las zonas ásperas se empezarán a suavizar.
  9. En la última fase deberás utilizar un disco de pulido con el grano más fino que el anterior, como por ejemplo el 1500, y volver a pasarlo por toda la superficie. Con esto conseguirás que tu suelo tenga un brillo muy bonito, similar al del vidrio. Si todavía queda alguna mancha, en este paso desaparecerá por completo, ya que es lo que dará el mejor acabado.
  10. Por último, utiliza una amoladora para aplicar pulimento para cemento por toda la superficie. No es un paso imprescindible pero le va a dar un brillo extra muy bonito.

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