Cómo crear tu propio jardín zen
Para aquellos que tengan un jardín en casa o una pequeña terraza, uno de los estilos decorativos que más os podemos recomendar, es apostar por un jardín zen dado que estos son tendencia y además quedan realmente bonitos.
Si sientes la inspiración oriental y deseas darle un toque zen a tu jardín, no necesitarás grandes elementos o plantas de modo que siguiendo estos pasos a continuación vas a poder conseguir crear tu propio jardín zen de manera sencilla.
Qué es un jardín zen
Organizados según los antiguos principios orientales que han evolucionado a lo largo de los siglos, los Jardines Zen, de forma similar al bonsái, representan la naturaleza en miniatura. Dominar este arte aparentemente elusivo no es difícil y crear tu propio Jardín Zen va a cambiar sin duda tu vida.
Ya sea que tengas un pequeño jardín, o incluso en una terraza o en el patio trasero, puedes crear tu propio jardín zen ya que apenas te va a llevar un poco de tiempo, el de elegir los elementos característicos de este tipo de jardines, y poco más.
Crear un pequeño jardín Zen en casa mejora drásticamente el paisaje físico de tu jardín, además es tendencia y si te gusta un estilo de jardín en el que destaque su belleza pero sin tener que abusar de plantas y arbustos, organizar tu propio jardín zen puede ser una gran idea.
No olvidemos además, la tranquilidad profunda e innata que transmiten los jardines zen los cuáles te proporcionarán un lugar perfecto para relajarte, aliviar el estrés y superar todas las cosas que molestan la tranquilidad de nuestras mentes.
Qué necesitas para crear el jardín zen perfecto
En primer lugar, debes averiguar cuánto espacio puedes permitirte para crear tu propio jardín zen. Siempre has de tener en cuenta que un jardín Zen representa un paisaje natural mucho más grande en miniatura. Es como llevar la serenidad de la naturaleza a nuestros hogares.
Una vez que sabes cuanto espacio tienes, debes conocer los elementos necesarios para crear tu jardín zen e ir organizándolos de modo que puedas recrear una especie de naturaleza adecuada a tu jardín o terraza.
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Arena
La arena es el elemento básico e indispensable para crear un jardín zen. De hecho es la base de cualquier jardín de este estilo e incluso los más elaborados, utilizan la arena para representar fielmente la sensación que producen las montañas y los lechos de los ríos secos. Para ello, utilizan además un rastrillo creando figuras y círculos o formas como ondas, que tú también puedes hacer.
Puedes elegir comprar cierta cantidad de arena y colocarla en el centro del jardín o en un rincón estratégico sumando además algunas piedras en lugares aleatorios.
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Piedras
Las piedras son también importantes en un jardín zen. De hecho es bastante popular en japón el «karesansui» (枯 山水), que es como se conoce el jardín de rocas que dentro de los jardines zen, está destinado a ser una vista pintoresca de las montañas y los ríos, por lo que debes organizar tus piedras y rocas sde tal manera que veas exactamente eso cuando mires tu jardín zen.
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Musgo
Muy popular en japón, el musgo se ha convertido en la base de ciertos tipos de jardines Zen. Esta es una planta que podemos combinar muy bien con piedras pequeñas esparcidas por el lugar.
Combinarlo con pequeños cuerpos de agua es también una excelente idea y una base en la que se basan muchos jardines orientales de paisaje, tanto chinos como japoneses.
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Agua
Dado que la función principal de cualquier jardín Zen es producir una atmósfera de tranquilidad, el que crees en tu jardín no tiene por qué ser diferente. Prestando atención a la estética filosófica del budismo, vale la pena subrayar que la importancia no se esconde en el tamaño, sino en el significado que la arena, el agua y las piedras otorgan a tu jardín y la forma en que te ayudan a profundizar en el estado mental zen.
Entonces, si tienes poco espacio, no te preocupes. Un pequeño estanque o fuente de agua es absolutamente suficiente y cumple su propósito a la perfección. Eso es porque los jardines orientales y especialmente los japoneses siguen la idea de que menos es más y que la simplicidad es la máxima sofisticación.
Es decir, en términos prácticos, simplemente puedes tener un pequeño estanque y algunas piedras con un poco de musgo verde en un espacio pequeño en la parte posterior de tu casa o en la terraza. Pero si se hace bien, es un Jardín Zen tan bueno como cualquier otro en el mundo, especialmente si te ayuda a llevar tu mente a un lugar más elevado.
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Plantas y otros elementos
Lo explicado es lo básico para disponer de nuestro propio jardín zen, pero además si tienes más espacio puedes añadir otras plantas como los helechos, o quizás alguna que otra caña de bambú. Colócalo todo bien organizado y completarás una imagen de quietud, paz y serenidad perfectas. Y, a fin de cuentas, ese es el objetivo, ¿no es así?
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