¿Cómo se hace?
Alimentación

Cómo comer sano paso a paso

Comer sano implica elegir bien los alimentos que tomas, pero también saber qué cantidad de estos debes comer.

¿Sientes que tu alimentación podría mejorar y ser más saludable? Es importante que cuidemos nuestra alimentación para asegurarnos una buena calidad de vida, evitando posibles enfermedades o que se agraven aquellas que ya padecemos. Veamos a continuación, una guía de pasos en la que te explicamos, cómo comer sano paso a paso.

Para los jóvenes y adultos que realizan actividades físicas y deportes, una alimentación saludable es esencial para optimizar el rendimiento pero también lo es para cualquier persona que desee poder vivir bien. La combinación de una buena nutrición con la actividad física puede llevar a un estilo de vida más saludable de modo que nos centramos ahora en todo lo que debes hacer para comer sano.

Pasos para comer sano paso a paso

Para comer sano en realidad, sería suficiente comenzar a trabajar en tus hábitos, por ejemplo, observando estas 6 reglas simples:

  1. Cambia tu dieta en cada comida.
  2. Haz tres comidas principales y dos meriendas a lo largo del día.
  3. Consume alimentos que proporcionen energía, vitaminas y nutrientes, pero que también que satisfagan su paladar.
  4. Consume frutas y verduras todos los días.
  5. Bebe al menos 1,5 litros de agua al día.
  6. No consumas bebidas azucaradas y comida basura.

Equilibrio nutricional

Además de esas pautas señaladas, aprender a comer sano implica conocer la importancia del equilibrio nutricional, que representa un parámetro que mide las proporciones de los nutrientes individuales y los componentes nutricionales que se deben tomar en cada comida.

Cada nutriente tiene una función precisa para nuestro organismo y esta es la razón por la cual los investigadores han tratado de determinar cuáles son nuestras necesidades promedio. Pero definir claramente el equilibrio nutricional no es tan simple porque las necesidades también varían según la edad, el sexo, el estilo de vida y otros factores subjetivos como la estructura muscular, el metabolismo o las enfermedades hereditarias. Además, los nutrientes y los componentes nutricionales son realmente muchos y todos de importancia fundamental.

Los fundamentales que hemos escuchado a todos mencionan al menos una vez y son: carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas, sales minerales, fibras dietéticas y antioxidantes no vitamínicos. Para tener una idea de las cantidades recomendadas para la ingesta y así comprender la noción de equilibrio nutricional, solo necesitas pensar en la pirámide de los alimentos. Comprender cuánto y cuándo comer los diversos ingredientes es, de hecho, el primer paso hacia una dieta saludable.

Pirámide alimenticia

Las tres macro categorías en las que podemos dividir la pirámide son las siguientes:

  1. Alimentos de origen animal tales como: carne y despojos, productos de la pesca, queso y huevos.
  2. Alimentos de origen vegetal tales como: cereales, papas, legumbres, verduras y frutas.
  3. Grasas de condimento y semillas oleaginosas.

Los alimentos conservados y las carnes procesadas, como las carnes curadas y los alimentos enlatados, deben ser una alternativa marginal, ya que siempre es mejor elegir alimentos frescos. Lo mismo se aplica a la leche de vaca y sus derivados. En su lugar, se recomienda consumir al menos 2-3 veces a la semana: carne magra criada respetuosamente (por ejemplo, alimentada con pasto), pescado fresco y huevos orgánicos.

Las verduras, frutas, cereales y legumbres deben consumirse diariamente y lo mismo es cierto para sus derivados. Finalmente, las grasas de condimento y las semillas oleaginosas necesarias para compensar la demanda de ácidos grasos y vitaminas contribuyen al aporte de muchos antioxidantes no vitamínicos o salinos y deben tomarse entre 6 y 11 porciones al día.

Higiene de los alimentos

La higiene alimentaria es también un pilar de la alimentación saludable. Con la higiene, no se refiere solo a la seguridad biológica y microbiológica de las bacterias, virus y parásitos, sino que, más precisamente, es una protección contra todas las formas de contaminación genética, química o farmacológica.

Para garantizar alimentos seguros, la forma más sencilla es verificar la trazabilidad de la cadena de suministro de alimentos. De esta manera, puede verificar que los alimentos respeten los procesos biológicos y que estén controlados desde la siembra hasta la producción, hasta el momento de la venta.

Para acabar podemos decir que tendríamos que desacreditar el mito de que comer de manera saludable solo sirve para bajar de peso. Seguir una dieta equilibrada significa sentirse bien con uno mismo todos los días, sin renunciar al placer de una buena comida.