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El rescate del Dr. Livingstone en África

Has escuchado alguna vez la frase histórica de ‘Dr. Livingstone, supongo’. ¿Sabes de dónde viene esa frase? Aquí te lo contamos.

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  • Francisco María
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En 1969, el Dr. David Livingstone, un médico misionero y explorador escocés, había desaparecido durante una expedición a África Central. Esta era una zona desconocida, y para llegar a ella era necesario cruzar grandes desiertos y selvas vírgenes llenas de fieras salvajes. Aunque el explorador se creía muerto, el 17 de octubre, el periodista Henry Morton Stanley, recibe del New York Herald la misión de encontrarle.

La vida de Livingstone en África

En sus viajes, Livingston había hecho grandes aportes a la ciencia, pues fue el primer hombre blanco en llegar al centro de África. Esto le valió honores y medallas, pero en 1866, decidió volver para una expedición final.

John Speke había descubierto el lago Victoria en 1862, pero aún no estaba claro si esta era la fuente del río Nilo. La misión de Livingston, con el apoyo de la Royal British Geographical Society, era confirmarlo.

La búsqueda de Livingstone

Stanley llegó a la costa este de África en enero de 1871 y reunió a un equipo de al menos 192 hombres. Llevaba gran cantidad de suministros, así como mercancías: sacos de perlas, tela y 160 kg de cobre, para usar como moneda de trueque entre los nativos. En total, la expedición cargaba en burros, 6 toneladas de peso.

Las penalidades, pronto se harían notar. Al comienzo del viaje, tuvieron que cruzar un río pantanoso durante una tormenta, el caballo de Stanley cayó muerto a la semana de viaje y las mulas apenas podían caminar en las tupidas selvas.

Navegaron por el río Congo, una de las corrientes más fuertes del mundo. Stanley contrajo malaria, sus hombres morían por enfermedades, agotamiento o ataques de fieras. El periodista estadounidense pronto comenzó a “añorar su sillón de Madrid”, en el cómodo piso donde vivía.

En agosto, la expedición llegó a Unyanyembe, en el corazón de África, y recibió buenas noticias. Un árabe había visto a Livingston en Tanganica, aunque en un sitio a 500 kilómetros, donde se interponía una carretera extremadamente peligrosa, en una zona de guerra entre nativos y árabes.

Los primeros días de noviembre, con solo 25 hombres vivos, la expedición recibió buenas noticias de una caravana de waguhha, una tribu de la zona. Habían visto recientemente a un hombre blanco anciano en una aldea cercana.

“Livingstone, supongo”

El 10 de noviembre de 1871, Stanley encontró Livingstone a orillas del lago Tanganica.

«Dr. Livingstone, supongo” es una de las citas más célebres de la historia, pero se cree que fue inventada por el periodista, para dar brillo a su relato periodístico.

Según Stanley, el diálogo continuó con: «Doctor, agradezco a Dios que me permitió verlo», y la respuesta del explorador fue: «Estoy agradecido de estar aquí para darle la bienvenida». A continuación, una botella de champán Sillery, se vertió en copas de plata.

El Dr. Livingstone no encontró evidencia de la fuente del Nilo, pero fue el primero en asegurar que el Nilo es el río más grande del mundo.

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