Historia
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¿Quiénes fueron los chasquis, los mensajeros del Imperio inca?

La palabra chasqui proviene directamente de la lengua quechua que hace relación al ‘Chaskiq’, que significa ‘el que recibe y da’. La importancia de estos personajes en el Imperio inca era muy elevada, ya que se encargaban de recorrer los inmensos caminos del imperio para trasladar mensajes y que no se perdieran por el camino.

¿Quiénes eran los chasquis?

Los caminos incas recorrían todo el inmenso imperio que lograron establecer los Incas desde el gobierno del emperador Pachacutec, alrededor del 1400. El emperador mandó construir una nueva red de caminos que conectaban cada una de las ciudades que controlaban.

Tenían una extensión de más de 30 mil kilómetros y conectaban las cuatro regiones principales: el Chinchaysuyo, el Antisuyo, el Contisuyo y el Collasuyo.

En este contexto, al no tener un medio de escritura, el emperador creó la figura de los chasquis, portadores de la información y los mensajes. Su labor era sencilla pero a la vez de vital importancia para el imperio.

Estos caminos los recorrían portando mensajes oficiales mediante los ‘quipus’, el sistema de comunicación por nudos que el Imperio inca utilizaba y que se extendió por todos los dominios.

Lo curioso de esto chusquis era su organización mediante postas y relevos para abarcar lo más rápido posible toda la extensión. Estos atravesaban la cordillera de los Andes, la selva y los caminos costeros, y recorrían varios kilómetros sin pausa durante un día seguido.

Ilustración de los chasquis. (Foto: photo)

¿Cómo era el viaje?

El gran entramado de caminos que tenía el Imperio inca necesitaba de gente realmente bien preparada y, sobre todo, en buena forma para portar los mensajes.

Los chasquis salían de la capital del imperio en Cuzco, y recorrían unos 15 o 20 kilómetros diarios. Anunciaban su llegada a través a los ‘tambo’, y otro chasqui le esperaba para recoger el mensaje y seguir el camino.

Aquí recibía el ‘quipu’ e instrucciones orales para saber a dónde tenía que llegar y a quién debía entregar el mensaje, bien a otro chasqui al que debía trasladar la misma información, o bien a receptor del ‘quipu’.

Se calcula que en la época de máxima expansión del imperio, había unos 25 chasquis recorriendo todos los días los caminos, recorriendo unos 240 kilómetros diarios.

Los mensajes eran de todo tipo, pero sobre todo se trataban de informaciones de interés para los gobernantes de las zonas, estrategias de guerra, destituciones, nombramientos y hasta órdenes de muerte.

¿Dónde paraban?

Para mantener la agilidad de los chasquis y que pudieran realizar su trabajo en el menor tiempo posible con las máximas garantías, el imperio construyó las conocidas como ‘tambos’, posadas destinadas a las personas que recorrían los caminos, siendo los chasquis los que más las utilizaban.

Allí podían descansar y tener alimentos para después seguir su camino. Además, se construyeron las ‘colcas’, construcciones sencillas que servían para almacenar alimentos donde los chasquis se abastecían.