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Hallazgo insólito: encuentran vómitos fosilizados de hace 66 millones de años, y no saben de qué animal son

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Los acantilados de Stevns Klint, en la isla danesa de Selandia, han sido escenario de uno de los descubrimientos paleontológicos más curiosos de los últimos tiempos: un fragmento de vómito fosilizado de hace 66 millones de años.

Este lugar es conocido por ser una de las mejores evidencias visibles del impacto del meteorito de Chicxulub, el evento catastrófico que desencadenó la extinción de los dinosaurios y de más del 50% de la vida en la Tierra.

Fue en este sitio donde el cazador de fósiles Peter Bennicke encontró un grupo de fragmentos incrustados en la roca caliza. Sin saberlo en ese momento, había desenterrado un regurgitalito, el término técnico para los restos de vómito fosilizado.

Este hallazgo aporta valiosa información sobre la alimentación y el ecosistema del Cretácico, una era marcada por profundas transformaciones en la vida del planeta.

El descubrimiento del vómito fosilizado y su impacto en la paleontología

El descubrimiento pasó a manos de los expertos del Geomuseum Faxe, donde fue meticulosamente limpiado y analizado. El especialista en fósiles marinos John Jagt determinó que el fragmento contenía restos de al menos dos especies distintas de lirios de mar, organismos marinos que vivieron en el fondo oceánico del Cretácico.

Dada la disposición de los fragmentos, la explicación más probable es que un depredador, probablemente un pez, consumió estos invertebrados y luego expulsó las partes no digeribles.

Jesper Milàn, inspector del Geomuseum Faxe, destacó la rareza del hallazgo y su importancia para la comprensión de los ecosistemas antiguos. Según explica, los lirios de mar no representan una fuente de alimento particularmente nutritiva, ya que su estructura está compuesta en su mayoría por placas de carbonato de calcio y muy pocos tejidos blandos.

Sin embargo, el hallazgo demuestra que algunos animales del Cretácico incluían a estos organismos en su dieta y que, en ciertos casos, su sistema digestivo no lograba procesarlos completamente.

Este tipo de fósiles proporcionan información crucial sobre las cadenas alimenticias del pasado. Al analizar qué organismos eran consumidos y cómo interactuaban dentro del ecosistema, los paleontólogos pueden reconstruir con mayor precisión la vida marina de hace millones de años.

El vómito fosilizado será exhibido en Dinamarca

Dada su relevancia científica, el fragmento ha sido declarado danekræ, una designación danesa otorgada a objetos naturales de valor histórico excepcional. En Dinamarca, los hallazgos considerados danekræ pertenecen al Estado y deben ser entregados a los museos nacionales de historia natural para su conservación y estudio.

En este caso, el vómito fosilizado será exhibido en una muestra especial en el Geomuseum Faxe, permitiendo que el público pueda apreciar de cerca este inusual testimonio del pasado.

¿Por qué son tan importantes los acantilados de Stevns Klint?

Los acantilados de Stevns Klint, con una extensión de 15 kilómetros, muestran un registro detallado del impacto del meteorito que marcó el final del Cretácico y la extinción masiva que le siguió. Desde 2014, la UNESCO los ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad por su valor científico.

En estos acantilados se puede ver una delgada franja oscura que marca la capa de iridio, un elemento poco común en la corteza terrestre pero presente en grandes cantidades en los meteoritos. Su presencia aquí es una de las pruebas más claras de que el impacto de Chicxulub fue el responsable de la extinción de los dinosaurios.