La Guerra de las Naranjas: un conflicto de 18 días

Aunque España y Portugal mantienen un relación diplomática cordial en la actualidad, no siempre su relación fue buena. Nos remontamos al año 1801 cuando Napoleón intentó imponer al país luso un bloqueo comercial a Inglaterra. Al no cumplirse las pretensiones del emperador, Bonaparte utilizó a España para entrar en un conflicto que se solucionó en 18 días, y fue conocido como la Guerra de las Naranjas.
Por aquella época, Manuel Godoy era el secretario de Estado de la nación desde el año 1792. Desde entonces, Francia y España formaron una alianza mutua para bloquear los tratados comerciales de Inglaterra en suelo europeo y en las colonias.
Cuando Godoy, que había estado unos años fuera del poder, volvió a su puesto y recibió la llamada de Bonaparte, vio en esta intervención una buena oportunidad para ganarse un prestigio perdido en años anteriores.
Sin oposición
Godoy se había imaginado una contienda de honor, con España muy superior al ejército Portugués y con él al frente del conflicto. Todo lo contrario para las aspiraciones de Manuel Godoy.
Cuando España llegó a Portugal, no tuvo resistencia alguna por parte de los lusos. España había conquistado unas 20 ciudades hasta llegar a Arronches y Elves donde finalmente, después de 18 días se firmó una paz.
Los portugueses no opusieron resistencia ya que aspiraban a que Godoy solo impusiera el bloqueo a Inglaterra, y no conquistara territorios. Lo cierto es que durante unos días, muchos lugares portugueses estuvieron en manos españolas, pero fueron recuperadas con la paz de Badajoz firmada el 6 de junio de ese mismo año.
¿Por qué se conoció como Guerra de las Naranjas?
Con el Tratado de Badajoz, España recompuso todas las ciudades conquistadas a los portugueses, Napoleón no logró conquistar Portugal, pero al menos consiguió el bloqueo deseado contra Inglaterra.
Pero el conflicto tuvo un toque de humor cuando los portugueses entregaron a Godoy unas ramas de naranjas para que fueran entregadas a la reina Maria Luisa, esposa de Carlos IV, y supuesta amante de Godoy.
La oposición a Manuel Godoy utilizó esta anécdota como motivo de burla y de desprestigio hacia la figura de Godoy, y los chistes y bromas fueron constantes en la corte.
Con esto, la historia finalmente acuñó la anécdota de las naranjas para citar este conflicto como la Guerra de la Naranjas. Este enfrentamiento entre España y Portugal tuvo algunas consecuencias más notables en las colonias, donde autoridades lusas se levantaron contra los españoles en Uruguay y el Alto Paraguay.