Historia
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Un estudio desvela que los T-Rex no eran tan rápidos

El T-Rex podía correr al ritmo de una persona

Hace unos días hablábamos sobre la existencia de los T-Rex en la Tierra. Según el estudio llevado a cabo por la Universidad de Berkley, pudieron habitar nuestro planeta unos 2.500 millones de ejemplares, repartidos en muchas generaciones diferentes.

Ahora un nuevo estudio publicado en la revista especializada, Live Science, ha desvelado que los Tiranosaurios Rex no eran tan rápidos como siempre hemos pensado.

Hace 66 millones de años

El T-Rex se hizo el más famosos de los depredadores del Cretácico por sus afilados dientes, su ferocidad y por su velocidad. En películas como ‘Parque Jurásico’, las clásicas de Steven Spielberg, el T-Rex siempre fue presentado como una bestia contra la que no podías escapar.

Su zancada y velocidad eran determinantes para atrapar a sus presas. Al parecer, según la investigación publicada, esto no fue del todo cierto en la realidad. Antes de estas conclusiones, ya existían otros estudios previos realizados por The Royal Society, donde exponían que estos animales tan peligrosos no podían correr más de 30 kilómetros por hora.

En el nuevo estudio, se basan en su composición corporal, su masa, además del movimiento de su cola. Un T-Rex podía medir unos 12 metros de largo, alcanzando un peso de entre 5.000 y 7.000 toneladas, por lo que, posiblemente, no sería demasiado veloz, o por lo menos, no tanto como siempre hemos pensado.

El movimiento de la cola

Lo novedoso de este estudio es que se centra en el movimiento lateral de la cola del T-Rex. «Las colas de los dinosaurios eran vitales para saber la forma en que se movían» admite Pasha van Biljert, uno de los autores del estudio publicado a Live Science, y perteneciente a la Universidad Libre de Amsterdam.

Esta cola se movía suspendida en el aire, de arriba abajo y no se encontraba pasiva en el suelo mientras los T-Rex se movían. «La cola también producía mucha de la fuerza necesaria para mover el cuerpo hacia adelante a través de dos músculos grandes: los caudofemorales, que tiran de las piernas hacia atrás durante cada paso» explican en el estudio publicado.

Los autores escanearon y modelaron los huesos de la cola y, a través de la reconstrucción de sus ligamentos, crearon una cola biomecánica.

Este modelo de referencia tendría una velocidad de marcha de unos 4,6 kilómetros por hora. Dependiendo de la posición y la fuerza ejercida por la cola, los T-Rex podían alcanzar velocidades más grandes o más pequeñas, pero, tal y como apuntan los investigadores, siempre inferiores a las estimadas hasta ahora. 

Por lo tanto, este paso supondría certificar que los humanos no hubieran sido tan fácilmente devorados por los T-Rex, ya que muchos alcanzarían velocidades muy accesibles para las personas.