¿De dónde viene la frase de tener ‘malos humos’?
La expresión de tener 'malos humos' tiene su origen en la antigua teoría de los humores de la medicina griega y romana. ¿Cómo era esto?
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En el lenguaje cotidiano, solemos utilizar expresiones que hacen referencia a nuestro estado de ánimo o a la actitud que mostramos ante determinadas situaciones. Una de ellas es la conocida frase de tener ‘malos humos’. Pero, ¿de dónde viene esta expresión? ¿Cuál es su origen y significado?
Alguien de mal humor
La frase ‘tener malos humos’ se utiliza para describir a alguien que está de mal humor, irritado o enojado. Es una expresión que se ha incorporado a nuestro vocabulario popular y que solemos emplear de manera coloquial para referirnos a una actitud negativa o una mala disposición ante las circunstancias.
El origen de esta expresión se remonta a la antigua medicina griega y romana. En aquella época, se creía que el mal humor o el enojo eran causados por un desequilibrio en los cuatro humores corporales, que eran los líquidos fundamentales que componían el cuerpo humano: la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra.
Un mal temperamento
Según esta teoría, cuando una persona tenía una cantidad excesiva de bilis negra en su organismo, se decía que estaba ‘malhumorada’ o tenía ‘malos humores’. Esto se asociaba con un temperamento colérico, irritable y propenso a la ira. En cambio, si una persona tenía una cantidad equilibrada de los cuatro humores, se consideraba que estaba en un estado de salud y bienestar emocional.
A lo largo de los siglos, esta teoría de los humores fue perdiendo validez científica, pero la expresión se mantuvo y se fue transmitiendo de generación en generación. Hoy en día, aunque ya no creemos en la influencia de los humores en nuestro estado de ánimo, seguimos utilizando esta frase para describir a alguien que está de mal humor.
También se emplea ‘buenos humos’
Es interesante destacar que esta expresión también tiene su contraparte en la frase de tener ‘buenos humos’, que se utiliza para referirse a una persona que está de buen humor, alegre y positiva. Esta asociación entre los humores y el estado de ánimo se ha mantenido a lo largo del tiempo, a pesar de que ya no se sustenta en una teoría médica.
En la actualidad, utilizar la expresión de tener ‘malos humos’ es una forma de describir a alguien que está de mal genio, que muestra una actitud negativa o que se encuentra irritado. Al decir que alguien tiene ‘malos humos’, estamos haciendo referencia a su estado de ánimo en un determinado momento.
Es importante recordar que todos tenemos días buenos y días malos, y que el estado de ánimo puede variar según las circunstancias que estemos atravesando. Es normal sentirnos irritados o enojados en algunas ocasiones, pero también es importante aprender a gestionar nuestras emociones y buscar el equilibrio emocional.
Es importante recordar que el estado de ánimo puede variar y que es necesario aprender a gestionar nuestras emociones para mantener un equilibrio emocional saludable.
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