Historia
Historia Contemporánea

Algunos datos sobre Hitler que deberías conocer

El siglo XX estuvo marcado por la mayor guerra que el hombre ha conocido: la Segunda Guerra Mundial. En esta guerra en la que participaron las mayores potencias mundiales conocidas, tuvo muchos protagonistas, pero solo uno se viene a la cabeza como una de las figuras históricas más representativas de este siglo: Adolf Hitler.

El dictador alemán es uno de los personajes más odiados de la historia, solo comparable con los grandes tiranos del mundo como Pinochet, Stallin o el dictador camboyano Pol Pot, que llegó a exterminar a un tercio de la población camboyana desde el 1976 al 1979.

Hablar de Adolf Hitler es hablar de uno de los episodios más oscuros de la historia contemporánea, por el que todavía hoy, el pueblo alemán se sigue avergonzando.

Hitler no era alemán

A pesar de su enorme exposición de la raza aria como la raza única y dominante en el mundo, representada en la figura del alemán, Hitler no era alemán de nacimiento. Adolf Hitler nació el 20 de abril de 1889 en la localidad de Braunau am Inn, un pueblo fronterizo de Austria, que sirvió para educar al que luego sería el dictador más destacado de la historia.

Fue en febrero de 1932, cuando ya comenzaba a despuntar en Alemania, cuando consiguió la nacionalidad Alemana de facto.

No fue hijo único

Adolf Hitler vivió rodeado por sus hermanos. Su padre, Alois Hitler, había tenido dos esposas antes de casarse con la que sería la madre de Adolf, con la que tuvo dos hijos.

Después, tras el matrimonio con Klara Pölzl, fueron cinco los hermanos que tuvo el futuro dictador. Tres de ellos, Gustav, Ida y Otto, murieron antes de que naciera Adolf, que fue el cuarto de la familia. Después tuvo dos hermanos más, Edmund y Paula. El primero murió cuando Hitler tenía 10 años y Paula moriría en 1960, siendo la única familiar cercana que vivió las atrocidades de su hermano mayor.

I Guerra Mundial

La personalidad de Adolf Hitler y sus ideas políticas se hicieron más fuertes cuando se alistó en el frente para combatir en la I Guerra Mundial. La llamada «Gran Guerra» supuso un importante empujón para que la mentalidad de Adolf adquiriera todos sus pensamientos respecto a los judíos y la raza aria.

Pero su frustración y pensamiento dominante ya venía de antes. En 1907 fracasó en su intento por entrar en la Escuela de Artes de Viena, lo que supuso una enorme frustración y desolación en el joven Adolf. Esta estancia en Viene supuso que sus ideas políticas empezaran a aflorar y en 1914 se presentaría como voluntario para luchar en el frente.

Allí fue herido en dos ocasiones y condecorado con las medallas al valor.

Primer golpe de estado

Diez años después de su batalla en el frente, en 1924, Hitler ya no era un joven con ideas políticas antisemitas. El pequeño Adolf había crecido y en noviembre de 1923 intentó un golpe de estado que fue abortado rápidamente.

Fue conocido como el Golpe de Putsch de Munich y por el que fue condenado a cinco años de prisión, aunque solo cumplió unos meses, y salió libre en diciembre de 1924. Pero Su estancia en la prisión de Landsberg supuso el comienzo de su ascendencia política y la redacción de su ideario que quedó plasmada en ‘Mi lucha’, uno de los libros más estudiados para conocer a fondo la personalidad del dictador.

En Mi lucha’, Hitler combina historia autobiográfica con pensamientos políticos donde ya se intuyen su odio hacia los judíos, contra el comunismo y su defensa de la raza aria.

Ascenso de un líder

Después de salir de la cárcel, Hitler comenzó a ascender rápidamente y comenzó a organizar al Partido Nazi como propagandista, ya que no podía hablar en público porque las autoridades se lo habían prohibido.

La fecha clave del ascenso de Hitler al poder llegaría después del crack del 29. Adolf llevaba tiempo augurando esta catástrofe y logró que el sentimiento nacional aflorara en millones de personas que comenzaron a seguir sus discursos por todo el país.

El 30 de enero de 1933 Hitler fue nombrado Canciller de Alemania. Muchos miembros de sus partido creyeron que podrían controlar al nuevo canciller una vez estuviera en el poder. Nada más lejos de la realidad. Adolf Hitler se erigió en una pieza clave del partido, teniendo que huir sus detractores del país e incluso algunos llegaron a ser ejecutados.

Un dictador vegetariano

De Hitler se cuenta que era una persona que tenía mal humor normalmente. Muchos piensan que se trataba de problemas estomacales que tenía, que le provocaban tener pedos habitualmente, a pesar de que era vegetariano.

Tal  y como comentó a la BBC, Margot Wölk, una de las catadoras oficiales de Hitler, comían siempre arroz, fideos, pimientos, guisantes y coliflor. La propia Wölk comentó para la cadena que su trabajo consistía en probar la comida del dictador una hora antes de que le llegara a su mesa, para comprobar que no estaba envenenada.