Historia
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Los 15 días de la batalla de El Álamo

La batalla de El Álamo constituye uno de los grandes hitos en la historia norteamericana. Convertida en la Numancia del siglo XIX, en El Álamo se encontraron, durante 13 días, las fuerzas mexicanas y los colonos tejanos que buscaban la independencia de la zona.

El relato, mitificado en una decena de películas, tuvo todos los ingredientes para dejar en la posteridad una de las historias norteamericanas más conocidas, cuando menos de 100 hombres se enfrentaron a un ejército mejicano que les superaba en número (unos 1.500 hombres) y en armamento de combate.

Esclavismo

El punto discordante para que se iniciara la contienda fue la esclavitud. En Méjico estaba prohibida, todo lo contrario que en los Estados Unidos. La mayoría de familias que llegaron a Texas eran sureñas y, por lo tanto, esclavistas, algo que no se veía con buenos ojos para la nación mejicana.

La llegada de migrantes a la zona fue en ascenso durante la década de 1830. La mitad de pobladores del territorio por aquél entonces ya eran familias llegadas desde Estados Unidos, y jamás adoptaron las medidas que el gobierno de Méjico, ya en manos de Santa Ana, habían intentado imponer en la zona como la abolición de la esclavitud o la conversión de religión al catolicismo, además de ir «españolizando» sus creencias así como el nombre de los hijos que fueran naciendo.

Cuando ya los tejanos migrantes eran mayoría, el gobierno de Estados Unidos comenzó a hacer ofertas a Méjico para comprar la zona, y que Texas fuera parte del país. Con el inicio de las hostilidades, los dos bandos se prepararon para una batalla en El Álamo que cambiaría el curso de la historia de los dos países para siempre.

El Álamo

Méjico comenzó a ajusticiar a los rebeldes sin contemplaciones, mientras que Estados Unidos mandó cientos de hombres a la zona para hacerse por la fuerza con el territorio.

Cuando 180 hombres norteamericanos se encontraron sitiados en la vieja misión religiosa, Santa Ana decidió formar un enorme ejército para dar una lección a las tropas norteamericanas.

James Barret Travis se puso al frente del pequeño contingente tejano en El Álamo, mientras los mejicanos se hacían con Béjar y sabían que aquellos hombres no aguantarían el empuje durante muchos días.

El 23 de febrero comenzaron los asedios a El Álamo, y el 6 de marzo, la ofensiva nocturna contra los rebeldes. Los rebeldes no pudieron aguantar la acometida, superados en número. La batalla dejó unos 600 muertos por parte mejicana, una sangría que se convertiría en el fin de la posición azteca en territorio tejano.