Así era ‘Top Chef’, el concurso de cocina con el que Chicote quiso competir con ‘MasterChef’

No es ningún secreto que uno de los programas culinarios que más éxito ha cosechado en nuestro país, más allá de MasterChef, es Top Chef. Este formato estadounidense aterrizó en España de la mano de Atresmedia. Para tal fin, no dudaron un solo segundo en contar con un profesional a la altura de este reto: Susi Díaz, Ángel León y Alberto Chicote.

Eso sí, en la segunda temporada, Ángel León fue sustituido por Yayo Daporta quien, en las dos últimas ediciones de Top Chef, dejó su puesto en el jurado para ser sustituido por Paco Roncero. El objetivo de este programa culinario era claro: poder encontrar al mejor cocinero de España. Para ello, los participantes tenían que hacer frente a un gran número de retos.

La peculiaridad de Top Chef es que, al contrario que MasterChef, los que participaban, en realidad, eran profesionales. Hasta tal punto que, en alguna que otra ocasión, se ha visto a algún participante que cuenta con Soles Repsol, Estrellas Michelín o, incluso, ambas cuestiones. ¡El nivel que había era realmente espectacular!

Una de las cuestiones a tener en cuenta es que, en un primer momento, estaba pensado para ser emitido en LaSexta. A pesar de todo, y tras el éxito que estaba cosechando MasterChef en La 1 de Televisión Española, Atresmedia tomó una arriesgada pero efectiva decisión: que el programa comenzase a emitirse en Antena 3.

Algo que se mantuvo desde principios de octubre de 2013 hasta mediados de mayo de 2017. Top Chef comenzó a adquirir cierta relevancia entre los espectadores, tanto es así que llegó a contar con un debate presentado por Paula Vázquez. No solamente contaban con diversos colaboradores de televisión, sino que recibían al último expulsado, que les explicaba todos los detalles de su experiencia.

Conforme avanzaban los programas, la exigencia era aún mayor puesto que tenían que hacer unas elaboraciones verdaderamente espectaculares y, sobre todo, impecables. Eran los expertos, que cada vez eran más exigentes, los que daban una valoración. Si no cumplían con las expectativas, tenían que escuchar la siguiente frase: «Coge tus cuchillos, y vete».