Nadie quería perderse a Zelenski, pero no todos llevaron lazos de Ucrania ni aplaudieron a Sánchez
Día grande en el Congreso. Pocas veces se ve un flujo tan importante de personas por los pasillos de la cámara ni es tanta la expectación que genera una intervención en la tribuna de oradores. Aunque sea por videoconferencia. Los más longevos comparaban el día de hoy, con el discurso virtual de Volodimir Zelenski, con el 26 de octubre de 1990 cuando el ex presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov visitó el Parlamento español.
En una sesión mixta especial y solemne, con diputados y senadores presentes en el hemiciclo, los representantes de los españoles, los ciudadanos y parte del mundo estaban pendiente sde las palabras del presidente de Ucrania. Con retraso, a las 17.18, el hombre que está plantando cara a Vladimir Putin ha aparecido en las pantallas dispuestas para la ocasión, en directo desde Kiev, en medio de un fuerte y caluroso aplauso que no se ha repetido al final, con la mitad de los diputados de pie y la otra mitad sentados. Yolanda Díaz, a la salida, recordaba que «pienses lo que pienses hay que saber estar».
Saludo de Batet
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha sido la responsable de darle la bienvenida flanqueada por el presidente del Senado, Ander Gil, en la mesa. La diputada socialista ha defendido que “nuestra unión debe ser y seguir siendo cada vez más estrecha para defender la paz”. En la misma línea se ha manifestado el jefe del Gobierno Pedro Sánchez: “Pido a Putin que ponga fin a la guerra”, ha dicho. “Ucrania puede estar segura de que España estará a la altura”, ha manifestado el presidente español a Volodimir Zelenski. Sánchez ha avisado que “vamos a seguir apoyando, con ayuda humanitaria y equipamiento militar”.
El jefe del Gobierno ha vaticinado que “Putin no va a conseguir su propósito”. Sánchez ha trasladado a su homólogo ucraniano que “la esperanza de Europa está en Ucrania” y que “tendrá el respaldo de España para unirse a la Unión Europea”. “La razón y la democracia prevalecerán por encima del autoritarismo de Putin”, han sido las palabras con las que Sánchez ha cerrado su intervención, que sólo ha recibido el aplauso de algo más de la mitad del hemiciclo tras anunciar el envío de más armas. Mostrando, una vez más, a un Congreso dividido en esta cuestión.
Invitados en la tribuna
Desde antes de la pandemia el Congreso no se llenaba como hoy. De hecho, este martes todas las medidas de seguridad Covid han saltado por los aires para dar cabida a todas las personas que querían seguir en directo la intervención de Zelenski. En la tribuna de invitados el Embajador de Ucrania, Serhii Pohoreltsev, y varios de sus colaboradores así como los cónsules honorarios en Valencia y Andorra. También estaban presentes representantes de la comunidad ucraniana residente en nuestro país, personas temporalmente desplazadas, representantes del clero ucraniano y embajadores de países de la UE y la OTAN en España como los de Bulgaria, Francia, Malta, Albania, Bélgica, Portugal, Canadá, Reino Unido, Croacia o los Estados Unidos entre otros.
De lazos y aplausos
Varios diputados de la cámara han seguido la intervención de Zelenski con un lazo con los colores amarillo y azul de la bandera ucraniana en sus vestidos. La totalidad de la bancada del PSOE, los del PP, los de Ciudadanos, los expulsados de Navarra Suma y algunos por su propia cuenta. Pero ningún lazo ni en la bancada de Podemos, ni en la de Esquerra Republicana, ni en la de Bildu ni en la de la CUP -estos dos últimos, por cierto con aplausos tímidos por debajo la cintura en el caso de los vascos e impasibles sin mover las manos los catalanes- PNV, ERC y Vox han evitado aplaudir la intervención de Pedro Sánchez después.
La espera de Robles
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido la primera en tomar asiento en la bancada azul del Gobierno. Lo ha hecho a las 16.20. Su espera ha sido larga, sin despegarse del teléfono móvil, consciente de que gran parte de lo bueno del discurso de Zelenski era gracias a su determinación de mandar armas en contra del criterio de Unidas Podemos. Precisamente las ministras moradas, Ione Belarra e Irene Montero, han sido las segundas en llegar a su escaño. Frente a Robles. Sin tan siquiera saludarse. Belarra ha aprovechado el tiempo para hablar con Pablo a Echenique y Montero, con el portavoz adjunto del PP, Guillermo Mariscal. Sánchez y el resto de ministros han entrado al Palacio del Congreso minutos antes de las cinco.
Reaparición de Arrimadas
Era tal la expectación de la intervención de Volodimir Zelenski que incluso los que están de baja laboral, como la presidenta de Ciudadanos Inés Arrimadas, se han acercado al Congreso para vivir una jornada histórica. La líder naranja, que fue madre hace unas semanas, ha vuelto a sentarse en su escaño junto a sus compañeros diputados y senadores para seguir en directo la intervención del presidente ucraniano.