Yolanda Díaz contra los supermercados: quiere un impuestazo si tienen más beneficios que en 2019
Sumar quiere que estos establecimientos paguen un "impuesto inteligente" de entre el 1,2% y el 0,6%

Yolanda Díaz vuelve a la carga en su guerra contra los supermercados. Sumar quiere que estos establecimientos paguen un «impuesto inteligente» que oscilaría entre el 1,2% y el 0,6% de los márgenes sobre ventas de 2025, similar al gravamen sobre energéticas o entidades financieras. La formación de Díaz resucita esta propuesta, que ya efectuó en enero del pasado año, y que, como toda subida de impuestos, podría tener efectos sobre los precios de los alimentos.
Concretamente, Sumar ha registrado una proposición no de ley para el fortalecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores a través de la mejora de los convenios colectivos y la implantación de un impuesto inteligente. En ella, la formación de Yolanda Díaz propone un impuesto inteligente específico para sectores que producen bienes y servicios básicos para la cesta de la compra, como distribuidoras y supermercados, diseñado para «penalizar el aumento excesivo de los márgenes empresariales y corregir comportamientos abusivos o anticompetitivos».
«Este gravamen tiene un diseño inteligente y gradual: solo se aplica cuando los márgenes sobre ventas actuales superan de manera significativa los márgenes de referencia de 2019. Así, no castiga a las empresas que mantienen prácticas competitivas, pero sí disuade la ampliación oportunista de márgenes en contextos inflacionarios», reza la propuesta.
El impuesto se configura como una prestación patrimonial de carácter público no tributario, similar a los gravámenes sobre energéticas o entidades financieras. Se aplicará exclusivamente a las empresas de la cadena de producción y distribución de alimentos con una facturación superior a 100 millones de euros en 2024.
La base imponible será el importe neto de la cifra de negocios, y el tipo impositivo se determinará de forma escalonada según la evolución de los márgenes sobre ventas: 1,2% sobre la base imponible si el margen sobre ventas de 2025 supera al de 2019 en mayor medida que lo hizo en 2024 o del 0,6% si el margen de 2025 es superior al de 2019, pero no aumenta respecto a 2024.
Desde Sumar exponen que el gravamen se empezará a devengar en 2025, con un pago a cuenta en febrero de 2026 y la liquidación definitiva en julio del mismo año. Este diseño permite que su efecto disuasorio opere desde el primer momento, ya que el comportamiento empresarial durante el año determinará el nivel del gravamen.
«A partir de esta experiencia, consideramos que el concepto de impuesto inteligente debe extenderse a otros sectores donde se detecten comportamientos abusivos. Su aplicación permitiría disuadir la ampliación injustificada de márgenes empresariales en contextos inflacionarios; incentivar comportamientos competitivos y transparentes en la fijación de precios; proteger el poder adquisitivo de los hogares; y reforzar la legitimidad del sistema económico», recoge la propuesta, que contempla que se amplíe a otros sectores.
Subida del precio de los alimentos
El precio de los alimentos no elaborados ha subido desde finales de año en un 7,1%, mientras que los alimentos elaborados, descontado el aceite de oliva que ha bajado un 43%, son en mayo un 2,9% más caros que a principios de año. El precio de los alimentos tira al alza la inflación, que sólo se contiene por el desplome en los precios de los productos energéticos. Mientras los ciudadanos sufren el incremento en el precio de productos básicos, Hacienda ha ingresado 615 millones de euros extra hasta mayo por la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de retirar la rebaja del IVA de los alimentos desde el 1 de enero.
De acuerdo con los datos publicados por Hacienda, la retirada el 1 de enero pasado de la rebaja del IVA de los alimentos ha permitido a las arcas públicas recaudar 615 millones de euros más que el año pasado, cuando estaban en vigor para hacer frente al extraordinario incremento de la inflación. Esa subida del IVA que han soportado alimentos básicos como los huevos, la leche o el pan llega hasta el 17% en el caso de las frutas en los cinco primeros meses del año, y del 15% en el caso de los huevos.