España
Los grafiteros pintan los vagones de la línea 3

El vandalismo invade el metro de Barcelona y los sindicatos acusan a Colau: «No hace nada para evitarlo»

Una veintena de grafiteros han asaltado la línea 3 del metro de Barcelona, ante la atenta mirada de los vigilantes de seguridad que denuncian que «ni Ada Colau ni el Ayuntamiento de Barcelona hacen nada» para evitar que el vandalismo continúe produciéndose en el suburbano.

Los hechos han ocurrido en la estación de Trinitat Nova de la línea 3 del metro, una estación que es principio y final de línea, por lo que los vagones están vacíos y los grafiteros actúan con absoluta tranquilidad pese a la presencia de varios guardia de seguridad, que se limitan a tratar de controlar la situación.

El vídeo ha sido colgado en la red por el sindicato de vigilantes de seguridad ADN Sindical, que quiere de esta forma denunciar las dificultades que encuentran los vigilantes de seguridad del Metro de Barcelona a la hora de enfrentarse a este tipo de situaciones, cuando un numeroso grupo de personas realizan una actividad ilícita y la prudencia aconseja no actuar para evitar males mayores.

El sindicato asegura en una nota que acompaña al video que «como no había ninguna vida que corriese peligro, los compañeros hicieron bien su trabajo, lo vergonzoso es que ni TMB (Transporte Metropolitano de Barcelona), FGC (Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña) ni Renfe hagan nada para evitar que esto suceda, ni pongan medios para evitarlo».

Desde ADN Sindical afirman que este tipo de situaciones se han producido en multitud de ocasiones, que la violencia y la agresividad en el metro de Barcelona es continua y que ya han denunciando la falta de medios de la que disponen ante Inspección de Trabajo. Un representante sindical le ha relatado a OKDIARIO que en una ocasión, un grupo de personas activaron el freno de emergencia con la única intención de poder bajarse del convoy y  ponerse a pintar las paredes del túnel.

Sin embargo, desde TMB (Transporte Metropolitano de Barcelona), se excusan diciendo que los hechos violentos «son escasos» y que «las agresiones son minoritarias y excepcionales».