El Tribunal Supremo inicia ya la absorción de los casos del golpismo separatista

Carlos Lesmes
Carlos Lesmes, presidente del CGPJ (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

La operación de concentración en el Tribunal Supremo de las distintas causas abiertas contra el golpismo separatista ya ha empezado. Este mismo jueves se ha decidido trasladar al juez del Supremo Pablo Llarena la causa abierta en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra los miembros de la Mesa del Parlamento catalán. La medida se convierte, así, en un primer paso en la agrupación de los procedimientos abiertos por parte del desafío separatista.

De este modo, tal y como adelantó OKDIARIO, las causas abiertas en el TSJC y en la Audiencia irán trasladándose al Supremo. La causa incial, abierta en el Juzgado número 13 de Barcelona, también podría pasar al Tribunal Supremo.

El juez Llarena ha remarcado internamente que lo hace de conformidad al artículo 21 de la Ley de enjuiciamiento criminal. Un artículo que señala que cuando algún juez o tribunal mantuviera abierta una causa reservada al Tribunal Supremo, este ordenará a aquel, de oficio o a instancia del fiscal o de parte, la remisión de la causa. El mencionado artículo señala también que ningún tribunal puede promover causas de competencia contra el Supremo, y que contra la decisión del TS no cabe recurso.

En este caso concreto el argumento esgrimido para llevar los casos al Supremo es el aforamiento de algunos de los investigados.
Tras enviarse la causa contra la Mesa desde el TSJC hasta el Supremo, se pedirá igualmente que este tribunal reclame la investigación que se sigue al TSJC contra los miembros del Govern. Y tras ese segundo paso, Llarena acabará asumiendo la investigación de los miembros del Govern que se desarrolla simultáneamente en la Audiencia Nacional.

OKDIARIO anticipó ya la semana pasada que el Tribunal Supremo asumiría todas las causas abiertas contra el «golpe de Estado» en Cataluña. Uno, porque «no puede estar dividida en varios tribunales”, pero, dos, porque el Tribunal Supremo siempre es más garantista».

Pero a nadie se le escapa que la juez Lamela en uno de sus últimos autos subrayaba que la Audiencia Nacional era el órgano competente para juzgar estos hechos relacionados con el desafío secesionista. La magistrada ya investigaba desde hace semanas la causa abierta por sedición contra los presidentes de las entidades secesionistas ANC y Ómnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, actualmente encarcelados en Soto del Real, y contra el exmayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero y la intendente del Cuerpo, Teresa Laplana.

Además tal y como solicitaba el Ministerio Público en la querella, Lamela ya había reclamado al TSJC y a los Juzgados catalanes todas las causas relacionadas con el desafío independentista.

Y tampoco se le escapa a nadie que las decisiones de Lamela en cuanto a medidas cautelares han sido las más duras que se podían esperar, algo que no ha gustado al Gobierno, que teme que la lluvia de prisiones incondicionales eleve el voto separatista. Todo ello ha abonado el debate de si la acumulación de causas en el Supremo puede ser un intento de sacar el caso del ámbito de Lamela y de llevarlo a una corte “más garantista” con los acusados.

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