España
El PSOE-A fue vetado por el PSC para hacer campaña

Susana Díaz se regocija del fracaso del primer test electoral a la plurinacionalidad de Pedro Sánchez

El pinchazo del PSC en las elecciones del 21-D (solo sube un escaño y cosecha el segundo peor resultado de su historia) va a a traer consecuencias. La primera, la reactivación de las baronías más críticas y a las que el resultado que Ferraz esperaba, y que finalmente no se ha dado, había mantenido silentes. Es el caso del PSOE-A de Susana Díaz, que se ha opuesto a la plurinacionalidad que comenzó a abanderar Pedro Sánchez, a remolque de las presiones de Iceta. Y que, además, han sufrido el veto para hacer campaña en Cataluña.

Entre los socialistas andaluces, y más allá de la valoración oficial: «es evidente que no se han cumplido las expectativas» (ha dicho este viernes Díaz), existe un discreto regocijo con el resultado de lceta, que en la sede central del PSOE-A en Sevilla se achaca a Pedro Sánchez al cincuenta por ciento. «No es un secreto como estaban las relaciones con Iceta y el PSC, como tampoco con Ferraz», explican fuentes del partido.

Y en el día después de los comicios que han revalidado la mayoría separatista y han deparado a los socialistas 17 escaños (lejos de los 21-25 esperados), aseguran: «nada ha cambiado, tampoco a mejor».

El malestar del PSOE-A ante el 21-D

Desde el PSOE-A se tomó buena nota de la negativa de Iceta a que Susana Díaz hiciera campaña en Cataluña este mes de diciembre. «El partido se puso a disposición del PSC, y se respetó su decisión, eso es todo», indican fuentes socialistas. Pero fue otro agravio más para la secretaria general y presidenta de la Junta de Andalucía, quien tampoco olvida el apoyo de Miquel Iceta y el PSC a Sánchez cuando éste reconquistó Ferraz el pasado mayo. «Con un millón de andaluces en esa comunidad, a Susana le habría gustado ayudar al partido. Y no le han dejado», explican.

No es la única imposición que la federación del PSOE más importante de España ha tenido que aceptar desde Barcelona. Horas después de conocer los 17 escaños logrados por Iceta al frente del PSC (uno más que en 2015 y 603.000 votos), lejos de lo que presumía iba a sacar un candidato dispuesto siempre a bailar con los nacionalistas, en Andalucía se recuerda otra cesión al líder del partido federado al PSOE.

Susana Díaz y Miquel Iceta en la sede del PSOE-A en noviembre de 2016 (Foto:Twitter)

Hace un año, y en la fotografía de su entrevista con Iceta en la sede regional del partido, Susana Díaz aparecía junto al candidato sentados ante dos banderas: la de Andalucía y la del PSOE-A. Ni rastro de la bandera española. La escenografía dispuesta a instancias del equipo del PSC no pasó desapercibida, ni para los medios ni para la oposición, chocando por tratarse de una candidata que dentro del PSOE se ha erigido en defensora de la igualdad y unidad nacional y en cuyos actos o alocuciones suele estar presente la enseña nacional junto a la autonómica.

Las elecciones en Cataluña son, interpretan finalmente desde el entorno del PSOE andaluz, «un suspenso» para el primer examen al que se enfrentaba el proyecto plurinacional «que se ha impulsado desde Madrid y Barcelona», señalan. Un mal resultado que, no obstante, se quiere desvincular de la reivindicación de la igualdad territorial de Andalucía que seguirá abanderando la líder socialista ante el que ha definido como “el gran problema de España”.