Susana Díaz vuelve a mostrar su rechazo a la «plurinacionalidad» que proponen Sánchez e Iglesias

Susana Díaz y Pedro Sánchez. (Foto: EFE)
Susana Díaz y Pedro Sánchez. (Foto: EFE)

La última ocurrencia del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, de dividir España en cuatro categorías, desde «naciones» a «sentimientos populares» (junto a «regiones históricas» y «las demás»), ha permitido recobrar la iniciativa a Susana Díaz en el debate territorial que vive el PSOE.

El pasado septiembre, en su rentrée política tras las vacaciones, Pedro Sánchez citó a País Vasco, Cataluña y Galicia como «posibles naciones» porque «en términos históricos han mostrado su vocación por ser nación», aseguró. Una declaración que molestó al PSOE andaluz, que nunca se ha mostrado partidario de la plurinacionalidad de España que lanzó su líder y que ahora amplía Pablo Iglesias distinguiendo cuatro niveles.

Andalucía, fuera de la ‘Champions league’ de las naciones de Iglesias

El líder de Podemos ha defendido esta semana cuatro naciones en el Estado actual: la catalana, la vasca, la gallega y la española. Pero en la ‘Champions League’ de la ‘nación de naciones’ deja fuera a Andalucía. Y la incluye en la segunda división:  la ‘Europa League’ podemita incluiría a regiones con “sentimientos populares que reclaman formas jurídicas autónomas y reconocimientos simbólicos propios” que no se pueden identificar, y que según Iglesias poseen“amplios sentimientos nacionales”: cita las siguientes: Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias.

Las palabras del número 1 de Podemos abogando porque en España hay cuatro naciones y obviando a Andalucía, han propiciado que Díaz retome la bandera de la cuestión territorial, con la que se enfrentó a Sánchez en las primarias y que incluso deparó aquel «No mientas, cariño» de la líder del PSOE-A en un tenso debate.

Mensaje a Sánchez y sus ‘naciones’

En sus comparecencias en el Debate sobre el Estado de la Comunidad celebrado esta semana, la presidenta de la Junta de Andalucía ha aprovechado la proclama plurinacional de Iglesias recuperando este asunto.  «Estoy absolutamente en contra del derecho a decidir, porque supone que sobre aspectos que nos afectan a todos, decidan algunos mientras otros nos quedamos mirando», afirmó en la primera sesión.  Y en la segunda, «estoy en absoluto desacuerdo con lo que dijo Iglesias y estaré en desacuerdo, lo diga quien lo diga», advirtió Díaz . Una apostilla esta última con un claro destinatario que añadir al líder de Podemos: el de su propio partido Pedro Sánchez.

No fueron las únicas aportaciones de la secretaria general del PSOE de Andalucía en cuanto al debate territorial : de hecho, los líderes de la oposición, en especial Podemos-A e IULV-CA (ambos a favor del referéndum ilegal del 1-O), se vieron obligados a pedir que Díaz no usara el debate del parlamento andaluz para hablar de Cataluña. Pero sí las más significativas.

Porque la que fue gran rival de Sánchez en su reconquista de Ferraz cumplía con ello sus dos objetivos. Por un lado, marcar distancias con la que es su verdadera némesis en las tareas de gobierno y control de la cámara legislativa: Podemos Andalucía, con cuya coordinadora general y portavoz parlamentaria, Teresa Rodríguez mantiene una pésima relación. Y por otro, volver a la escena con un debate de alcance nacional y que va a seguir centrando la agenda política del PSOE de Pedro Sánchez.

Díaz se prepara contra el ‘café para tres’

En este escenario, y reivindicando la igualdad territorial de Andalucía que resume en su frase «Andalucía no es menos que Cataluña, ni Euskadi ni Galicia» Díaz no sólo vuelve a alzar la voz más allá de Despeñaperros frente a lo que define como «el gran problema de España». Al mismo tiempo, trata de situarse al frente de una fecha emblemática que los podemitas han utilizado para atacar a Díaz y al PSOE por «dejar fuera a Andalucía» .

Sólo faltan dos semanas para que se cumpla el 40 aniversario de la considerada fecha de inicio del proceso autonómico andaluz. Un 4 de diciembre de 1977  tuvieron lugar en todas las capitales andaluzas manifestaciones reclamando igualdad con Cataluña, País Vasco y Galicia. Se las había considerado históricas y se les concedía una vía preferente para acceder a la autonomía en la Constitución que se aprobaría un año después.

El eco del 4-D y su expresión legislativa, el referéndum del 28 de febrero de 1980 y el posterior Estatuto concederían a Andalucía el estatus de comunidad autónoma, la cuarta después de las tres ya constituidas desde dos años antes y a las que ahora Sánchez e Iglesias  postulan como «naciones». Un café para tres que, décadas después, vuelve a prepararse por la izquierda política, y para el que Susana Díaz pretende dar la batalla en Andalucía…y en toda España.

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