El Supremo rechaza las supuestas razones «humanitarias» para excarcelar a Forn por una falsa tuberculosis
El Tribunal Supremo ha rechazado las supuestas razones «humanitarias» de excarcelar a Forn por una falsa tuberculosis. El escrito del fiscal del Tribunal Supremo pidió oficialmente que el exconsejero catalán Joaquim Forn fuese puesto en libertad bajo fianza de 100.000 euros por «razones humanitarias» debido a la «aparición de la tuberculina». El Supremo lo ha tumbado. Y es que lo cierto es que la tuberculina está totalmente generalizada entre la población penitenciaria y no es extraña en cualquier otra persona. Pero ello, no implica ni que se haya desarrollado ni que se vaya a desarrollar la enfermedad.
La Fiscalía General del Estado subrayó el supuesto carácter humanitario de su decisión. Una decisión que, de hecho, no contentó a los fiscales del Supremo y, en especial a Fidel Cadena.
El Ministerio Público aclaraba su postura oficial tras la vista y destacaba en una nota que eran tres los motivos por los que no se ha opuesto a que se acuerde la prisión provisional eludible con fianza de 100.000 euros. El primero de ellos, las «razones humanitarias «, ya que «se ha tenido conocimiento de la aparición de tuberculina, circunstancia esta que ha de ser tenida en cuenta».
El propio comunicado eludía la concreción sobre la aparición de la enfermedad. Y es que una cosa es dar positivo en el test de tuberculina y otra distinta es tener tuberculosis.
La realidad es que el golpista Joaquim Forn se ha inventado una tuberculosis para intentar salir de prisión -tal y como adelantó OKDIARIO-. El exconsejero y actual preso preventivo en la prisión de Estremera ha argumentado en reiteradas ocasiones un supuesto caso de tuberculosis para forzar a Instituciones Penitenciarias y a la Justicia a ponerlo en libertad condicionada. Pero el parte médico de Forn niega su versión. No tiene tuberculosis.
El exconsejero de Interior de la Generalitat acusado de sedición, rebelión y malversación de caudales públicos, ha reflejado en un análisis médico que ha estado en contacto hace tiempo con alguna persona que sí ha tenido el bacilo de la tuberculosis. Pero eso en absoluto significa que él padezca la enfermedad.
Es más, Prisiones le ha practicado el test de Mantoux o test de la tuberculina, prueba que se efectúa precisamente para detectar este bacilo. Y el resultado ha confirmado que Form «ha tenido contacto en algún momento de su vida, posiblemente en la niñez, con el bacilo de la tuberculosis, pero en ningún caso significa que la padezca. Está completamente descartado, según las pruebas médicas a las que ha sido sometido», como señala literalmente el comunicado interno de Prisiones al que ha tenido acceso OKDIARIO.
No padece ninguna enfermedad
«Los internos de la prisión de Estremera, así como el resto de internos que se encuentran en alguna de las cárceles dependientes de Instituciones Penitenciarias, están sometidos de forma regular y periódica a revisiones médicas», aclara ese mismo comunicado. Un escrito que demuestra que, no sólo no es cierto que Forn padezca la enfermedad, sino que tampoco se ha registrado caso alguno de supuesto contagio en la cárcel.
«En caso de detectarse cualquier incidencia en esa revisiones, Instituciones Penitenciarias pone en marcha automáticamente los protocolos médicos establecidos al efecto procediendo, en su caso y si fuese necesario, a la hospitalización del interno, a su evacuación del centro penitenciario y a su tratamiento por un equipo médico especializado», aclara el documento interno. Una situación que no se ha dado porque es falso que Forn tenga tuberculosis.
«En el caso del exconsejero de Justicia de la Generalitat, no ha sido necesario poner en marcha este mecanismo puesto que el interno no padece ninguna enfermedad», concluye rotundo el comunicado de la prisión de Estremera.
Toda esta información es perfectamente conocida, con todos los detalles, por el exconsejero golpista. Que pese a saber que no tiene la enfermedad ha planteado su solicitud de libertad condicional en base, precisamente, a su «situación personal», una indicación genérica que abría ya el camino a argumentar su supuesta enfermedad.
Es más, es «totalmente habitual este resultado en los análisis médicos de la población penitenciaria y, aunque se den tratamientos preventivos, no salen de prisión por ello, porque el tratamiento es perfectamente controlable por los equipos médicos de la cárcel», como ha señalado a OKDIARIO una fuente conocedora del caso concreto de Forn.
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