Soraya no pierde poder: la financiación autonómica y las negociaciones en el Congreso, en sus manos

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Soraya Sáenz de Santamaría tras una rueda de prensa. (Foto: EFE)

Mariano Rajoy deja el Gobierno en manos de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Lejos de quitarle poder, como podría interpretarse al dejar de ser la portavoz, el jefe del Ejecutivo mantiene el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en sus manos; negociará junto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la nueva financiación autonómica y además llevará el peso de las negociaciones en el Congreso para tratar de sacar adelante las medidas del Gobierno. Para esta última tarea, la vicepresidenta contará con su ‘mano derecha’ en muchos asuntos, José Luis Ayllón, hasta el momento secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.

El portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, desveló este viernes en su primera rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que Sáenz de Santamaría y Montoro, «tienen que estar» en la negociación para sacar adelante el nuevo modelo de financiación autonómica.

El también ministro de Educación confirmó que la vicepresidenta seguirá encargándose de la coordinación política del Ejecutivo. Pero al recibir en su elenco de funciones la relación con las administraciones territoriales, ella participará en las conversaciones y negociaciones encaminadas al diseño de un nuevo sistema de financiación, que es algo que han reclamado y reclaman casi todos los gobiernos autonómicos.

«Tanto ella como Montoro tienen que estar, los dos», subrayó el titular de Educación, Cultura y Deporte antes de destacar que se evidencia, así, «la importancia» que el nuevo gabinete de Rajoy concede a la reforma del modelo de financiación de las comunidades. A su juicio, este cambio estructural, en comparación con el anterior Gobierno, en el que la competencia de las relaciones con las administraciones recaía en Montoro, «es buena idea».

El portavoz del Gobierno ha repetido que se cumplirá en próximas fechas, sin más concreción, «el compromiso de abrir la negociación», primero con los partidos con representación parlamentaria. A su vez, la vicepresidenta y el ministro de Hacienda abordarán una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera y una Conferencia de Presidentes en el Senado, que Rajoy pretende organizar para tener un «diagnóstico compartido» sobre el modelo y «una puesta al día de los principios de solidaridad y cooperación» entre autonomías, señaló Méndez de Vigo. Serán dos cónclaves preparatorios de lo que será la negociación hacia un nuevo modelo de financiación.

La reforma de la financiación autonómica será la gran labor que deberá realizar el ministro, una vez que se ha constatado el fracaso del anterior modelo que diseñó el Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero. Según informa Lorenzo Ramírez, Montoro ya ha iniciado los contactos para avanzar en esta materia, aunque las negociaciones comenzarán en serio en la próxima Conferencia de Presidentes. Lo más urgente, en estos momentos, es establecer el citado techo de gasto para que las comunidades autónomas puedan elaborar sus Presupuestos. Después Montoro se reunirá con los consejeros de Hacienda de las CCAA en encuentros bilaterales para profundizar en los detalles del cambio de modelo.

La negociadora en el Congreso

La vicepresidenta tiene experiencia en el Congreso como portavoz parlamentaria, puesto que ocupó en el segundo mandato de Zapatero, cuando el PP estaba aún en la oposición. En esta etapa ‘conciliadora’, Rajoy cuenta con Sáenz de Santamaría para negociar con el resto de fuerzas parlamentarias y sacar adelante todas las medidas. Rajoy recalcó a sus ministros este viernes a puerta cerrada que el grupo parlamentario cuenta con 137 apoyos, más los acuerdos llegados con otros partidos de cara a la investidura. Pero eso, consideró, no es suficiente de cara a las reformas que quieren sacar adelante.

La primera prueba de fuego serán los Presupuestos Generales del Estado de 2017. El Ejecutivo pretende llevar el proyecto de ley al Congreso antes de final de año, para que pueda tramitarse a partir de enero y logre, en su caso, la aprobación definitiva a finales de febrero o principios de mayo.

La vicepresidenta cuenta con una pieza clave en las relaciones con las Cortes y su ‘mano derecha’ José Luis Ayllón, que mantiene una buena relación con los grupos de la oposición, y que es bien acogido por la mayoría de los grupos a la hora de negociar. De nada le serviría a Rajoy formar Gobierno e impulsar medidas si se produce un bloqueo continuo de la oposición en el Congreso. En ese sentido, una de las tareas principales de Sáenz de Santamaría será hacer posible la negociaciones de los Presupuestos, pero también de los pactos de Estado que planteó Rajoy en el Congreso como el pacto educativo o por la unidad de España.

De esta manera, a Sáenz de Santamaría solo le faltará en esta legislatura contar con la visibilidad en los medios que le daba hasta ahora la portavocía. Un trabajo que bien podrá materializarse al conseguir los acuerdos perseguidos con el resto de fuerzas y así visibilizar el fruto del consenso y del diálogo de este nuevo Gobierno. Una tarea que va a ser ardua y que contará con la ayuda de José Luis Ayllón, Álvaro Nadal y Cristóbal Montoro, entre otros.

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