España

Sánchez ordena comprar gas de forma masiva en previsión de un ataque de Rusia a Ucrania

Pedro Sánchez ha dado orden de llenar las reservas de gas al máximo ante la posibilidad de un ataque de Rusia a Ucrania. El plan de operación mensual del gestor técnico del sistema gasista español ha dejado constancia del deseo de un incremento de las “existencias en tanques” de forma inmediata. Así, las previsiones marcan una rampa ascendente de esas existencias de gas natural desde los 9.878 GWh marcados como objetivo para el 1 de febrero, hasta los 19.591 GWh pretendidos para el 28 de febrero. Literalmente, el objetivo es duplicar las existencias.

El movimiento estratégico es claro: garantizar el suministro de gas natural en el periodo más frío de la temporada y en un momento en el que ya hay un gasoducto cerrado -el del Magreb, por orden de Argelia, aliado de Rusia-. Las restricciones de flujo se están convirtiendo en habituales en España por culpa a de Argelia en el segundo y último de sus gasoductos -el Medgaz, que entra en España por Almería-. Y eso significa que España ha pasado a tener una dependencia excesiva de la compra de barcos metaneros con los que importar gas natural.

Los datos de operaciones del gestor técnico del sistema gasista, Enagás, muestran esta expectativa y objetivo de conseguir un fuerte incremento de las existencias justo cuando se dirime la amenaza bélica de Rusia sobre Ucrania. Y es que Argelia es el principal proveedor de gas de España y, pese a que no ha dejado de garantizar el mantenimiento del suministro, lo cierto es que es un socio preferente de Rusia.

Los datos del plan de operación mensual de Enagás para febrero son relevantes: en 1 de febrero el objetivo era contar con 9.878 GWh en las existencias del sistema en tanques. El domingo 13 de febrero debería ser el último día por debajo de los 10.000 GWh, porque el siguiente lunes -14 de febrero- la cifra pretendida asciende a 11.073,8 GWh. El lunes 21 escala hasta los 15.841,5 GWh. Y el lunes 28 de febrero queda en 19.591,8 GWh. Toda una escalada que literalmente significa duplicar las existencias del sistema de gas en tanques.

Todo esto, en un escenario deplena amenaza de invasión de Rusia a Ucrania, algo que, obviamente, podría tener una profunda repercusión en el mercado del gas.

Y es que el principal temor en muchas capitales europeas, principalmente en el Este del continente, es que Moscú opte en algún momento por usar uno de sus más dañinos comodines: cortar, o al menos restringir, el suministro de gas natural a Europa como mecanismo de presión para obtener un mayor rédito en su campaña contra Ucrania. Y si esto ocurriera y se prolongara en el tiempo, la única respuesta posible de los países europeos -entre ellos, de forma sobresaliente España- sería la de tiene que reducir la demanda para poder amoldarse. Y los cálculos, contando con las reservas, apuntan de forma directa a la relevancia de las reservas: los países podrían aguantar hasta el verano. Después, se deberían tomar medidas más contundentes.

Esa es la principal conclusión del análisis realizado por Ben McWilliams, Giovanni Sgaravatti, Simone Tagliapietra y Georg Zachman, expertos del ‘think-tank’ Bruegel, especializado en impacto económico, y que se han preguntado si, llegado el caso, «puede Europa sobrevivir sin sufrimiento sin gas ruso».

Actualmente, y pese a los esfuerzos para reducir la dependencia de Rusia, el gas que exporta este país representa el 40% del consumo en la UE. A priori, y sobre el papel, teniendo en cuenta las reservas actuales de gas en el continente, si Rusia cortara el grifo, la UE podría capear el temporal hasta verano.