España

Sánchez lanzó el estado de alarma al advertirle los expertos que el viernes 20 habría 28.000 contagiados y 800 muertos

Pedro Sánchez anunció que vendrían “semanas muy duras”. Y que la cifra de contagiados por el coronavirus superaría los “10.000” casos. Pero lo cierto es que la expectativa del Gobierno es muy superior: es la de de alcanzar el próximo viernes el muy negro dato de 28.000 contagios y 800 víctimas mortales si no se ponen en marcha medidas excepcionales. Ante semejante mapa, el presidente del Gobierno tomó la decisión de impulsar como fuera el estado de alarma y limitar la circulación y movilidad de los ciudadanos.

Porque el virus, lejos de estar controlado, ha experimentado una escalada brutal desde el pasado fin de semana. El coronavirus Covid-19 mostraba una amarga cara en el momento en el que se aprobaba el decreto del estado de alarma: 6.391 casos de contagio en España y 196 víctimas mortales.

Pero, pese a esa fría y dura imagen, la realidad de las expectativas es terriblemente peor: la de llegar a los 28.000 contagios y 800 víctimas mortales en menos de una semana, el próximo viernes, sin una intervención decidida. Los datos no proceden de ningún organismo paralelo o privado. Provienen de las propias simulaciones que tiene Sánchez encima de su mesa y que muestran una escalada de los casos por el virus aterradora desde el pasado fin de semana.

El presidente del Gobierno anunció este pasado viernes la declaración del estado de alarma para hacer frente a la epidemia de coronavirus. En ese momento, el virus sumaba ya 4.209 casos diagnosticados y 120 muertos. El socialista convocó un Consejo de Ministros extraordinario para el sábado con el fin de «movilizar todas las medidas que protejan la salud de los ciudadanos». La concreción, así, quedó a la espera de ese consejo, una reunión que ha dejado en evidencia las discrepancias entre el PSOE y Podemos. Y entre el PSOE y el resto de sus socios de investidura: los separatistas.

Contagios en aumento

El Gobierno afirmó ya el viernes que «va a proteger a todos los ciudadanos y frenar la pandemia». Y que, con ese fin, necesitaba poderes especiales. Justo los que le ha costado pelear ante Podemos, PNV y JxCAT principalmente.
Sánchez advirtió ya el viernes de que «estamos sólo en la primera fase de un combate contra el virus que libran todos los países del mundo» y «nos esperan semanas muy duras». En ese escenario, anticipó 10.000 afectados en los próximos días, más del doble de los de ese viernes. Pero sus cálculos no desvelaron la cifra que barajaba este sábado el Gobierno: casi el triple de esos 10.000. «Haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta», insistió Sánchez.

Y, efectivamente, lo va a necesitar. Porque el dato de víctimas mortales previsto para el viernes sin más medidas llegaba hasta las 800. Y el de contagios, a los 28.000.

El líder del PSOE ha considerado que «la victoria depende de cada uno de nosotros» y ha avisado de que «tardaremos semanas» en frenar los contagios. «Va a ser muy duro y difícil pero vamos a parar el virus», ha animado. Pero lo cierto es que, ese combate al virus depende del Gobierno en buena medida. Y el estado de alarma es la primera herramienta adoptada en esa dirección.