Sánchez ‘amnistía’ a las asociaciones que ensalzan a ETA en la ley con la que cerrará las franquistas
En las enmiendas a la ley se pide extender la disolución a las asociaciones que hagan apología del terrorismo
La reforma del PSOE de la Ley de Asociaciones sólo contempla la disolución de las organizaciones que hagan apología del franquismo, dejando fuera de esta modificación otras asociaciones, como por ejemplo, aquéllas que ensalzan el terrorismo de ETA. Así, en las enmiendas planteadas a esta norma, que la Cámara Baja tendrá que votar, se ha incluido la disolución judicial de todas aquellas asociaciones que hagan «apología del terrorismo, bien ensalzando a ETA o cualquier otra organización terrorista».
La modificación legislativa impulsada por el PSOE y que el Congreso aceptó tramitar el pasado mes de octubre plantea incorporar como causa de disolución de asociaciones «la realización de actividades que constituyan apología del franquismo». La proposición de ley establece, siguiendo lo previsto en la Ley de Memoria Democrática, que se considerará apología el ensalzamiento del golpe de Estado de 1936 o la dictadura de Franco o el enaltecimiento a sus dirigentes «cuando concurra menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas» del golpe de 1936, la Guerra Civil o el franquismo, o «incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por su condición de tales».
Así, entre las enmiendas a esta ley destaca la inclusión, dentro de las asociaciones a disolver, a todas aquellas organizaciones que hagan apología del terrorismo. «Bien ensalzando a la banda terrorista ETA o a cualquier otra organización terrorista, o bien enalteciendo a sus dirigentes, miembros, colaboradores o presos, cuando concurra menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas del terrorismo, o incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por su condición de tales», reza la enmienda planteada por Unión del Pueblo Navarro (UPN).
No es el único partido que lo exige: el Partido Popular también quieren incluir en la exposición de motivos de ley una mención a ETA «y a sus herederos políticos, inspirados en buena medida por el comunismo». En sus enmiendas, los de Alberto Núñez Feijóo plantean retocar ese artículo para eliminar las referencias explícitas al alzamiento militar, la contienda civil y la dictadura.
Así, proponen que figure como motivo de disolución la «apología de sistemas políticos, ideologías, regímenes o gobiernos que han vulnerado o vulneren los principios democráticos, ensalzando la represión de los mismos o bien enalteciendo a sus dirigentes» y mantienen la necesidad de que en esa apología haya «menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas, o incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por su condición de tales».
Los populares sostienen, tal y como quieren que conste en la exposición de motivos de la ley, que «una memoria auténticamente democrática debe condenar todos los totalitarismos, y no solo una parte de ellos». «Nuestra memoria debe incluir la condena de del fascismo y el comunismo y de todos los crímenes cometidos en sus nombres», subraya.
Obsesión con Franco
Lo cierto es que, de manera recurrente, el Gobierno utiliza el comodín del franquismo. De hecho, Pedro Sánchez anunciaba la semana pasada que el Ejecutivo celebrará más de un centenar de actos en 2025 para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Franco bajo el lema España en libertad. Asimismo, el líder socialista también daba a conocer la creación de un Alto Comisionado y un comité científico de expertos para poner en marcha estos actos y colaborar con todas las administraciones en la celebración de los mismos.
El presidente del Gobierno explicaba que estas actividades tienen como objetivo poner en valor la gran transformación que ha experimentado España en este medio siglo de democracia y rendir homenaje a todas las personas y «colectivos» que lo hicieron posible. Para ese fin, se llevarán a cabo más de un centenar de «actividades culturales, eventos de diversa índole, en escuelas, calles, y museos» a partir del 8 de enero.
El jefe del Ejecutivo ha presumido de los efectos que está teniendo la Ley de Memoria Democrática desde su aprobación hace dos años, como, por ejemplo, que se avanza «con paso firme» en la disolución de la Fundación Francisco Franco. «Porque, evidentemente, en una democracia como la nuestra no hay tirano cuya obra merezca ser ensalzada», ha apuntado. En la misma línea, ha dicho que gracias a la ley se han exhumado más de 5.600 cuerpos y se han logrado tramitar 637 declaraciones de reconocimiento y reparación personal. También se han «resignificado» 15 lugares de memoria «como el Valle de Cuelgamuros».
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