Los saboteadores de la cacerolada de Alcorcón no respetaron la distancia social, los manifestantes sí

Los radicales de extrema izquierda que trataron de sabotear la cacerolada pacífica contra el Gobierno de Pedro Sánchez en la Plaza de Lisboa de Alcorcón (Madrid) no respetaron la distancia de seguridad para prevenir el contagio del coronavirus. Así lo demuestra el vídeo grabado por una vecina de la localidad desde el balcón mientras se produjeron las movilizaciones. Por el contrario, los manifestantes contra el Ejecutivo mantuvieron la distancia de seguridad en todo momento.

Los hechos se produjeron sobre las 21:00 horas, la misma hora en la que también se hicieron caceroladas contra el Gobierno de Sánchez en otros puntos de la Comunidad de Madrid y de España. Varios vecinos de Alcorcón acudieron a la plaza portando banderas de España para mostrar su descontento con la gestión de la crisis del coronavirus.

Otro grupo de ultraizquierda, también numeroso, irrumpió en la plaza para tratar de boicotear la cacerolada. Con el fin de intimidar a los manifestantes, estos radicales no dudaron en gritar consignas como «¡Madrid será la tumba del fascismo!», «¡No queremos fascistas en Alcorcón!» o «¡Sanidad pública!».

«¡Perros!» o «¡guarros!» fueron otros insultos que recibieron los manifestantes pacíficos que acudieron a esta plaza con banderas de España. Varios agentes de la Policía Nacional irrumpieron en la escena y se desplegaron por toda la plaza para separar a ambos grupos e impedir que hubiese incidentes.

La concentración pacífica pudo celebrarse sin altercados gracias al despliegue policial frente a los saboteadores radicales pese a los intentos de intimidación y los insultos de los radicales de extrema izquierda que acudieron a esta plaza de Leganés.

Este lunes se volvieron a producir protestas frente a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz con gritos de «¡Dimisión!» y de «¡Libertad!» por la nefasta gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno de Sánchez.