España
Terrorismo yihadista

Un reclutador de yihadistas detenido en Melilla un año después de salir de la cárcel

El acusado fue condenado en 2018 por la Audiencia Nacional a ocho años de cárcel

Mustafá Maya Amaya es el hombre que ha sido detenido en Melilla este lunes durante una operación de la Policía Nacional contra el terrorismo yihadista. Fue condenado en 2018 a ocho años de prisión por liderar una red radicada en la ciudad autónoma que reclutaba a terroristas. Se encontraba en libertad tras haber cumplido dicha condena, por lo que ha sido condenado tan sólo un año después de salir de la cárcel. Se trata de hombre de 59 años de edad nacido en Bruselas y criado en Melilla, en donde intentó tejer una red de yihadistas.

Los jueces destacaron en su sentencia condenatoria que Maya Amaya era el «promotor, director y coordinador» de «una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones terroristas de corte yihadista» que realizó con «incesante labor» desde 2012 y «nutriendo a otras organizaciones» como el Estado Islámico (ISIS) o Jabhat Al Nusra.

Por ello, fue condenado en 2018 por la Audiencia Nacional a ocho años de prisión tras haber llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que confesó que ayudó a enviar combatientes a Siria, Libia o Mali para «hacer la yihad».

La Comisaría General de Información de la Policía Nacional recalca que Mustafá Maya Amaya ha sido arrestado nueve años después de arrestarle también en Melilla junto con otro cinco yihadistas que integraban una red dedicada a reclutar y enviar combatientes a Siria, Libia o Mali.

El acusado de origen belga cuenta con una discapacidad que le obliga a ir en silla de ruedas. Fuentes policiales aseguran que se encontraba en «permanente comunicación» con otros musulmanes europeos yihadistas «a los que captaba por Internet para su desplazamiento» a países donde se encuentra operativo el Estado Islámico «de forma concertada con otros individuos» para conseguir su objetivo.

«Causa yihadista por internet»

Mustafá Maya Amaya también realizaba labores de asesoramiento de los captados y «desplegaba una permanente actividad de propaganda para la causa yihadista por internet». Nació en Bruselas hace 59 años en una familia gitana. Poco después se asentó en Melilla para comenzar un proceso de radicalización yihadista. Llegó a formar una red que la Policía describe como «una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones» terroristas. Este red incluía un campo de entrenamiento de yihadistas en Melilla para posteriormente enviar a los reclutados a zonas de conflicto.

El acusado contó con la ayuda de los cuatro integrantes de la red (de nacionalidad belga, tunecina y francesa), que fueron condenados a seis años de prisión y que reconocieron en el juicio que contactaron con el líder de la célula porque tenían interés en viajar a Siria «para luchar contra el régimen de Bashar Al Assad y hacer la yihad».

En relación al único acusado que no confesó, llamado Chafik J.B.A., el tribunal señaló que quedó acreditado que Mustafá Maya Amaya acudió a él para que les proporcionase documentación falsa con la finalidad de cruzar las fronteras hacia zonas de conflicto pero no se pudo demostrar que participase en la organización de forma estable.