España

Rajoy advierte a PSOE y C’s que hay que llegar a grandes pactos de Estado «por el bien de España»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha insistido en su discurso de investidura en que el próximo Gobierno será estéril si no se logran acuerdos. De hecho, ha advertido a PSOE y Ciudadanos que es necesario que los tres partidos lleguen a grandes pactos de Estado «por el bien de España».

Rajoy ha hilvanado una insistente llamada al diálogo, al consenso y a la responsabilidad para asumir los nuevos retos «y superar los efectos» de un bloqueo de casi 11 meses.

Bajo esa advertencia, el aspirante al Gobierno ha solicitado el apoyo de la oposición, y en especial de quienes el sábado respaldarán su investidura, para conducir al fin al desatasco institucional.

«España reclama un Gobierno», ha dicho el líder del Partido Popular. Pero no uno cualquiera, sino aquel que sea  «estable, duradero, sólido y tranquilizador».

Así,  y tras comprometerse a  cumplir con las 150 medidas del pacto suscrito con Albert Rivera, el pasado agosto, ha destacado los grandes pactos de Estado que desde el minuto uno piensa ofrecer al resto de partidos.

En un claro guiño al PSOE,  ha anunciado que pedirá la convocatoria inmediata del Pacto de Toledo antes de final de año. Además, se ha comprometido a convocar a los agentes sociales «para abordar la creación de empleo de calidad», y como ya firmó en el acuerdo con Ciudadanos,  a sentar los pilares de un Pacto por la Educación, para el que incluso ha puesto fechas: en un mes, se fijará la reunión de una comisión; en seis, el acuerdo debería estar cerrado.

El candidato ha apelado de nuevo a los socialistas para ofrecer un debate sobre el modelo de financiación autonómica y en otro gesto, ha anunciado que «de inmediato» convocará una Conferencia de Presidentes en el Senado, como le reclamaban los barones autonómicos.  Asimismo, se ha comprometido a una política de «tolerancia cero» con la corrupción. «Hoy en España no hay impunidad, aunque nunca podemos darnos por satisfechos en este tema», ha reconocido, antes de abordar lo que considera  el gran reto para la próxima legislatura, el desafío independentista.

«Nadie puede privar al pueblo español de su derecho exclusivo a decidir sobre su futuro y sobre su territorio», ha advertido. Rajoy se ha mostrado dispuesto a abrir un diálogo entre los constitucionalistas para buscar «fórmulas que acomoden mejor la solidaridad interterritorial».  «Pero el primer paso pasa por el respeto a la legalidad y los derechos de todos los españoles» ha aseverado, levantando aplausos en su bancada.

Rajoy ha apremiado a ponerse a trabajar cuanto antes. «No tenemos tiempo que perder, tenemos muchos retos por delante y tenemos que superar los efectos del bloqueo de los últimos meses»,  ha resuelto.  Así, el primer paso una vez resulte investido será remitir a la Cámara el borrador de los Presupuestos Generales del Estado. El presidente ha recordado que «la estabilidad no se debe ignorar desde el Parlamento».

«Estoy dispuesto a negociar todas las decisiones, no me faltará tiempo para escuchar ni atender las inquietudes de sus señorías», ha comprometido.

«Negociación, cesión y entendimiento»

Rajoy no ha escatimado en los mensajes a aquellos que tengan la tentación de forzar una convocatoria electoral por intereses personalistas.

«Sería una frivolidad que hoy primaran las conveniencias particulares», ha advertido Rajoy, para quien los españoles «no pueden estar repitiendo elecciones cada seis meses». «España no admite más retrasos ni incertidumbres»,  ha resuelto finalmente. 

Rajoy ha pedido dejar a un lado «las pugnas» para buscar la «negociación, cesión y entendimiento» y eso, dijo, en un mensaje velado al PSOE «no significa que nadie tenga que renunciar a sus principios». «Esta es una situación inédita que no conoce precedente», ha concedido.

El candidato del PP aprovechó la primera parte de su intervención poner en valor los logros económicos de su Gobierno y celebrar los «deberes hechos».

«España es una democracia madura capaz de seguir en marcha, siempre que las responsabilidades del Gobierno se hayan atendido con antelación», destacó. Pero «todo tiene un límite», advirtió también y «bajo ningún concepto» se debería «correr el riesgo de que se tuerza el rumbo». Las palabras de Rajoy se interpretan como un blindaje a la reforma laboral, que los socialistas buscarán derogar.

«En España tenemos que acostumbrarnos a entender que algunas medidas que algunos tachan de indeseables son las que más benefician a los españoles», dijo sobre la polémica aprobación de las cuentas públicas, el año pasado.

Rajoy se comprometió a buscar el acuerdo «no como un peaje incómodo, sino como una oportunidad de consolidar reformas amplias y duraderas».

«Haré cuanto esté en mis manos para que podamos trabajar de forma conjunta por el bien de los españoles. No me faltará tiempo para escuchar ni atender las inquietudes de todos y tengan la total y absoluta certeza de que sabré interpretar lo que han dicho los españoles. Espero de todos que asuman el mismo compromiso», concluyó.