El PSOE monta una ‘performance’ plebiscitaria en Ferraz para implorar a Sánchez que no dimita

Lo que hace unos días iba a ser un tranquilo Comité Federal para proclamar a Teresa Ribera como candidata del PSOE a las elecciones europeas se ha convertido este sábado en un acto de exaltación sanchista. Quedan dos días para que Pedro Sánchez comunique a los españoles su decisión: si se va o si se queda. Una dicotomía que ha provocado una honda preocupación en Ferraz. La mayoría de dirigentes consultados cree que anunciará su dimisión.

En este contexto, el Comité Federal se ha convertido en una loa a Sánchez y a su gestión. También en una alerta contra la «ultraderecha» que en el PSOE consideran la causa de todos sus males. Los distintos dirigentes que han ido tomando la palabra en el cónclave de Ferraz han coincidido en su diagnóstico y en los llamamientos a su líder para que no abandone La Moncloa.

La primera en intervenir ha sido la vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, que, enérgica y emocionada, ha implorado a Pedro Sánchez que no dimita y ha trasladado el apoyo del partido a su mujer, Begoña Gómez, a la que intentan «destruir», según ha lanzado.

Cabe recordar que, esta semana, un juez de Madrid ha acordado abrir diligencias contra Gómez por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Pero Montero ha ignorado esa circunstancia y ha arremetido contra lo que califica de «mentiras», «bulos» y «violencia verbal» contra Sánchez y su familia.»Begoña, compañera, estamos todas contigo», ha exclamado la ministra, provocando que todos los asistentes al Comité Federal se pusieran en pie y dedicaran una larga ovación. A continuación, ha realizado un alegato sobre la situación de la mujer, enmarcando las críticas a Gómez en el «machismo». «Las mujeres de este país sabemos lo que cuesta desarrollar una carrera. Sabemos las renuncias que hacemos en nuestra vida familiar cuando tenemos una responsabilidad. Sabemos que se nos mira siempre con lupa y que se nos exige siempre más», ha señalado, antes de añadir: «No queremos que nos vuelvan a arrinconar en las casas. ¡Basta ya de este acoso, no hay derecho!».

Otros dirigentes, como el vasco Eneko Andueza o el ministro de Transportes, Óscar Puente, han ido en la misma línea. El primero ha llegado a pedir a Sánchez que «piense en los socialistas que perecieron en las cunetas». El segundo, ha pensado en su propio abuelo, encarcelado durante el franquismo. «Cuando yo pienso en mi sufrimiento y en el vuestro, pienso en él», ha revelado. Las imágenes del Comité Federal reflejaban el semblante serio de los dirigentes, las caras de funeral. Entre los líderes territoriales cala la idea de la dimisión. «Es inevitable» o «hay poco que hacer» son algunos de los lamentos que han ido surgiendo este sábado en privado en Ferraz.

«Nos pueden llamar perros»

En el Comité Federal que, esta vez sí ha sido retransmitido, la ministra y vicepresidenta Teresa Ribera también ha mostrado su apoyo a Sánchez, asegurando: «Nos pueden llamar perros porque somos fieles y leales». Ribera se ha mostrado «orgullosa» de que a los socialistas les llamen además «pedigüeños o bambis» y ha considerado que «los presidentes no son cosas ni robocops ni nada que se le parezca, son personas, servidores públicos convencidos de lo que hacen. Como lo es Pedro, como lo ha demostrado», ha enfatizado.

En un paso más en la exhibición socialista de apoyo a su líder, el secretario de Organización, Santos Cerdán, ha dado por concluido el Comité Federal de forma precipitada, arengando a los dirigentes a salir a la calle para abrazar a la militancia.

Los ministros y barones han obedecido y se han sumado a la concentración -unas 10.000 personas según la organización socialista y 12.500 según la delegación del Gobierno, un contraste también inédito de cifras. En ese momento, la emoción ha desbordado a algunos de ellos, como Puente o Pilar Alegría, cuyos ojos se han empañado por las lágrimas mientras iban abrazando a los simpatizantes.

Montero, por su parte, no ha dudado en agitar a la militancia congregada, subida en un banco, puño en alto y totalmente mimetizada con el ambiente. En la calle, los militantes entonaban La Internacional y otras canciones en apoyo a Sánchez, como la archiconocida Quédate, de Quevedo.

La lluvia, que caía en ocasiones con fuerza en Madrid, no ha impedido la performance. Los simpatizantes, llegados de toda España en autobuses fletados por el propio PSOE-el partido se temía un pinchazo- han escenificado en una mañana la aclamación a su secretario general. La organización ha repartido banderas de España, del PSOE y también chapas con el lema Quédate, #PedroNoTeRindas. El lunes, el desenlace.