España
La polémica de la carne

El PSOE criticó en Europa la calidad de la carne de las macrogranjas como hace Garzón

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Partido Socialista trata a la desesperada de desmarcarse del ataque del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a la carne exportada por España. Sin embargo, al igual que sus socios de coalición, los socialistas pregonan sus críticas contra la ganadería intensiva. De hecho, el partido de Pedro Sánchez llegó a cuestionar ante la Comisión Europea la calidad de la carne de las grandes explotaciones. En definitiva, la misma tesis que defiende Garzón y que ha sido rebatida por el propio Sánchez para zafarse del lógico enfado del sector ganadero.

En concreto, en marzo de 2020, el PSOE -a través de los eurodiputados César Luena e Ibán García del Blanco- elevó una pregunta a la Comisión Europea en la que se quejaba del proyecto de instalación de «macrogranjas» en Castilla y León. En su exposición de motivos, los socialistas iban más allá asegurando, en una clara censura a la «ganadería industrial», que  «contamina el medio ambiente, genera una cantidad desproporcionada de residuos no siempre gestionados adecuadamente, puede destruir comunidades rurales, poner a los pequeños ganaderos en paro, no combate la despoblación, reduce la calidad de vida de los residentes de la zona y no tiene en cuenta las medidas para el bienestar de los cerdos para consumo establecidas en la Directiva 2008/120/CE».

A continuación, expresaban una crítica abierta a la calidad de la producción de estas explotaciones, lo mismo que ahora rebaten a Garzón, y defendían la necesidad de consumir menos carne: «Teniendo en cuenta que la ciencia dice que debemos consumir menos carne, pero de mayor calidad, parece que las macrogranjas van en contra de la nueva política de la Comisión en materia de alimentación», subrayaban los socialistas.

Fuente: Parlamento Europeo.

Menos carne

En julio pasado, el ministro de Consumo provocó también una honda polémica al plantear una reducción del consumo de carne. Como ahora, el PSOE salió en tromba a rechazar la propuesta y Sánchez desautorizó a su ministro con la comentada frase: «A mí donde me pongan un chuletón al punto… eso es imbatible».

Sin embargo, cabe recordar que el propio Sánchez aboga abiertamente por reducir el consumo de carne en su Plan España 2050, donde apuesta por un radical cambio de hábitos alimentarios.

«Numerosos estudios señalan que el consumo de carne de la población española es entre dos y cinco veces superior al recomendable», se recoge en concreto en el documento.

En el mismo informe se llega a vincular el riesgo de pandemias con el aumento de la «demanda de proteína animal»: «Nuestra relación con el medio ambiente también está detrás de la pandemia del coronavirus. Las pandemias zoonóticas como esta (provocadas por enfermedades transmisibles entre animales y humanos) son el resultado de la forma en que la humanidad obtiene y cultiva alimentos, y comercia y consume animales».

Además, como reveló OKDIARIO, Sánchez se apoya para dicho plan en las conclusiones de un informe de Greenpeace -La insostenible huella de la carne en España- en el que se ofrece un pésimo retrato del modelo cárnico en el país, con un uso «abusivo» de antibióticos que pueden llegar a suponer «un peligro para la salud pública».

Pese a ello, Sánchez se ha desmarcado de las declaraciones de su ministro, aunque evitando destituirle, como le exige el Partido Popular. Este lunes, en una entrevista en la Cadena Ser, aseguró que lamentaba «muchísimo» la controversia suscitada y aseguró que «no se compadece» con el trabajo del Gobierno para el sector.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calificado la polémica de «lamentable». «Pone en tela de juicio la actividad de gente honrada por la que vengo trabajando desde 2018», ha aseverado, recordándole a Garzón: «Soy el ministro de Alimentación y si alguien habla de alimentación lo normal es que me llame».