España
Funeral de Isabel II

Protocolo de Buckingham Palace tranquiliza a Moncloa y Zarzuela: Felipe VI no se sentará junto a su padre

El anuncio por parte de Don Juan Carlos de su intención de acudir al funeral de la Reina Isabel II en Londres provocó un quebradero de cabeza a Zarzuela y Moncloa. Cabía la posibilidad que la presencia del Rey emérito junto a Felipe VI en el acto facilitase la foto pública que tanto Casa del Rey como el Gobierno buscan evitar a toda costa. Pero el protocolo que el Foreing Office inglés ha comunicado a las embajadas les da un respiro: el orden de invitados en la Abadía de Westminster les mantendrá alejados.

Padre e hijo no se sentarán juntos y, por tanto, no habrá fotografía. Una imagen hacia la que muestran reparos evidentes en Zarzuela y que tampoco ven conveniente en Moncloa, donde incluso presionaron para que Juan Carlos no asistiera a la cita pese a haber sido formalmente invitado. Y una fotografía de Felipe VI y Juan Carlos I que los partidos antimonárquicos estaban deseosos de conseguir para vincular a la actual monarquía española con las causas judiciales de Juan Carlos.

Sin embargo, el protocolo que colocará a los 2.000 invitados para los que habrá asiento dentro del templo protestante de Westminster evitará esa foto. Según ha sabido OKDIARIO, primero entrará y se sentarán en la iglesia la familia real británica, seguidos de los reyes reinantes y jefes de Estado. Tras ellos, un segundo grupo selecto de monarcas no reinantes y miembros de dinastías monárquicas en el exilio. Es esa distinción de grupos la que dejará espacio suficiente entre Felipe VI y Don Juan Carlos como para que no se dé una panorámica de ambos juntos.

Tras esos primeros grupos, los más relevantes, vendrán príncipes, mandatarios mundiales, miembros de la nobleza británica -jerárquicamente organizados por sus títulos- y resto de invitados de la sociedad inglesa.

Los que sí se sentarán juntos, siguiendo el protocolo, son Don Juan Carlos y Doña Sofía. Fuentes próximas a Zarzuela explican que pese a que ambos no conviven juntos actualmente, continúan casados. Las normas dictan que hay que sentarles juntos, a no ser que una de ambas partes comunique con suficiente antelación que quiere expresamente no sentarse junto a la otra. La última vez que ambos fueron vistos en público, durante el funeral de la infanta Pilar -hermana del Rey emérito- en enero de 2020, no tuvieron reparo alguno en sentarse uno junto al otro.

Protocolos estrictos

Los protocolos del funeral, que según maneja estos días la prensa inglesa fueron redactados y revisados con profundo celo por la propia Reina Isabel II -al igual que hizo la reina madre-, fueron comunicados por el Gobierno británico a sus embajadas el pasado fin de semana. La comunicación del Foreing Office con esas reglas se trasmitió posteriormente a los Estados invitados a las exequias.

En esos protocolos figuran algunos detalles curiosos de la organización del acto religioso. Como por ejemplo, la insistencia de Buckingham Palace por recordar que la delegación de cada país tan sólo podrá estar formada por una persona -el jefe del Estado- y su cónyuge o acompañante.

En el caso de España, la invitación a Felipe VI y a la Reina Letizia se ha hecho extensible a Don Juan Carlos y Doña Sofía por una cuestión de lazos familiares. El Rey emérito e Isabel II compartían tatarabuelos: la reina Victoria de Battenber y su marido, Alberto de Sajonia. En el de Doña Sofía, su vínculo especial con la corona británica viene dado por su parentesco con el duque de Edimburgo (que nació en Grecia) y que era su tío segundo.

Aviones y autobuses

Otro de los detalles que no pasan desapercibidos de esos protocolos es la recomendación de no utilizar aviones privados para acudir a Londres. Entiende el Gobierno británico que el aeropuerto de Heatrow ya tiene suficiente actividad como para asumir las operaciones aéreas de un desembarco de mandatarios y jefes de estado como el que se espera en los días previos al funeral. Por ello, recomiendan viajar en «vuelos regulares».

Esa posibilidad es inasumible para los jefes de estado, que por motivos de seguridad viajarán a Londres en sus aviones oficiales. Sin embargo, el Gobierno les recomienda que lo hagan a aeropuertos secundarios o pistas militares, cubriendo el resto de la distancia hasta la capital por tierra.

Además, el día de la ceremonia se dispondrán de autobuses para los 2.000 invitados en una zona no revelada del este de Londres. Desde allí partirán en comitiva hasta los alrededores de Westminster. Algo que tampoco parece probable que cumpla, por ejemplo, el presidente estadounidense Joe Biden, que desplazará con toda probabilidad en su vehículo denominado La bestia.