España
Reforma de la sedición

El PP cree que Sánchez reventó el pacto del CGPJ con la sedición al verse «perdedor» en la negociación

El PP cree que Pedro Sánchez dinamitó el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional al verse «perdedor» en la negociación, según fuentes de la dirección de Alberto Núñez Feijóo. Esto era algo que en Génova se venían barruntando desde que escucharon al presidente del Gobierno el pasado 21 de octubre en Bruselas rescatar la reforma del delito de sedición, justo el día que ERC y Bildu declinaban presentar enmiendas de totalidad a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023.

Una declaración de intenciones de este calibre, por mucho que Sánchez dijera inicialmente que no había «mayoría suficiente» para aprobarla en el Congreso, iba a contaminar la negociación entre Gobierno y PP para la reforma del Poder Judicial hasta el punto de hacerla saltar por los aires, como ocurrió este jueves.

«Está claro que el Gobierno no quería un acuerdo y Sánchez sintió que había perdido en la negociación», señalan las fuentes populares, en alusión a una despolitización de la Justicia que le traería serios problemas con Unidas Podemos, su socio en el Ejecutivo, y sus aliados separatistas. De este modo, tales fuentes denuncian que «en lugar de cerrarlo», el jefe de Ejecutivo recurrió a «algo que ningún partido responsable con sentido de Estado podría aceptar», esto es, la reforma del delito de sedición, como exigen los independentistas al PSOE para rebajar las penas.

Públicamente, a través de sus portavoces, el PP trató de desligar las palabras de Sánchez en Bruselas sobre la sedición de la negociación del Poder Judicial. Incluso en la jornada del pasado martes en el Senado, cargos populares defendían ante los periodistas que habían conseguido «resistir» a la presión del Ejecutivo y sus socios para «entorpecer» la negociación.

En el círculo más cercano a Feijóo se remitían a lo que su negociador, el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, iba trasladando de sus conversaciones con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, quien reiteró que «la reforma del delito de sedición no estaba sobre la mesa de Moncloa», indican las mismas fuentes.

Sin embargo, el desliz de la ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, el jueves por la mañana en el debate presupuestario del Congreso de los Diputados, donde reveló que el Gobierno llevará a la Cámara la reforma de la sedición, terminó de disparar las alarmas en el PP y agravó las peores sospechas en Génova sobre la maniobra de Sánchez.

Con todo, como reveló OKDIARIO en exclusiva, el ministro Bolaños, tras exigirle Pons explicaciones, forzó a Montero a matizar en los pasillos de la Cámara que su Gobierno no tiene «mayoría suficiente» para dicha reforma. Pero la vicesecretaria general del PSOE ya no resultó creíble. En este punto, Feijóo optó por intercambiar opiniones al respecto con «miembros de la dirección del PP, con diferentes dirigentes territoriales y con algunas personas que le trasladaron sus puntos de vista».

«Inasumible»

Por ejemplo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya le había advertido de que era una «barbaridad» seguir con la negociación, mientras que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, consideró «inasumible que el Gobierno pacte la Justicia con dos barajas, a dos bandas», según fuentes populares.

Fue horas después, en una conversación telefónica pendiente entre Sánchez y Feijóo, en la que el jefe del Ejecutivo quiso poner fecha a la reunión entre ambos que cerrara el acuerdo, cuando el líder de la oposición preguntó al inquilino de la Moncloa si estaba en sus planes dicha reforma de sedición y éste le «confirmó» que, en efecto, entraba en su agenda legislativa.

«Abierto»

Además, frente a las prisas de Sánchez por firmar el pacto, desde el PP aseguran que éste «todavía estaba abierto en varios asuntos relevantes e imprescindibles», como por ejemplo, «el compromiso por escrito con la redacción definitiva» para que los jueces tengan «mayor protagonismo» en la elección de los jueces dentro de una nueva Ley Orgánica del Poder Judicial.

En el desenlace de la conversación telefónica, y viendo la respuesta de Sánchez sobre la sedición, Feijóo le propuso seguir avanzado en la reforma del CGPJ y en la de aquellos delitos que «afectan a la Constitución y a la unidad de la Nación», como el de sedición y rebelión. El PP quiere aquí «agravar» las penas, no rebajarlas.

Sin embargo, Sánchez ya no se comprometió a esto último. Génova emitió después un comunicado en la tarde de este jueves suspendiendo las negociaciones «a la espera de que el PSOE decida si en el ámbito institucional quiere avanzar con un partido constitucionalista como el PP o quiere seguir de la mano de partidos que buscan debilitar el Estado de Derecho y romper la unidad constitucional».

Con posterioridad, Feijóo subrayó que «no se puede pactar la renovación del órgano de gobierno de los jueces con quien pretende ahora, con esta reforma (de sedición), dejar sin efecto las resoluciones de los jueces».