Podemos pide limitar las pistolas eléctricas de los policías para evitar el «riesgo de tortura»

Podemos pistolas eléctricas
Un agente de la Policía con una pistola eléctrica. Foto: EP

Unidas Podemos quiere limitar el uso de las pistolas eléctricas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Para ello, el partido liderado por Pablo Iglesias ha registrado una propuesta en el Congreso de los Diputados en el que pide que los agentes no usen esta herramienta y eviten el contacto directo por suponer «riesgo de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes».

Ademas, Podemos también propone que se dé formación específica a los policías sobre estas pistolas eléctricas y que no se use con menores de edad, personas con incapacidad mental o que estén bajo los efectos de las drogas.

El partido que forma parte del Gobierno junto con el PSOE registra su Proposición No de Ley (PNL) para reclamar precisamente al propio Ejecutivo que «continúen elaborando protocolos» para cumplir los estándares internacionales de derechos humanos en el uso de las conocidas como pistolas táser.

En concreto, Podemos pide que se prohíba el uso de las armas de electrochoque «en modo de contacto directo, pues entraña considerable riesgo de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes».

También solicitan garantizar la formación de los agentes y prohibir el uso de descarga «reiterada o prolongada», así como que este dispositivo se utilice «contra determinados colectivos», citando a «menores de edad, personas con alteraciones emocionales o incapacidad mental o física, o personas bajo el efecto de las drogas».

La PNL firmada por el diputado Enrique Santiago quiere que se vele por la obligatoriedad de que este tipo de armas se utilice «sólo si existe una necesidad operativa real», limitando el uso, al igual que las armas de fuego, a situaciones con riesgo para la vida o integridad física del agente o terceras personas.

Unidas Podemos subraya la importancia de investigar aquellos usos inadecuados de las pistolas eléctricas, estableciendo mecanismos internos que permitan la elaboración periódica de informes públicos, incluyendo aquí a todas las administraciones del Estado que dispensen este material entre sus policías.

El pasado mes de octubre, la Policía Nacional informó de la aprobación del protocolo interno por el que distribuiría las primeras 300 pistolas eléctricas para su uso «eminentemente disuasorio», aunque de forma restringida a aquellos agentes que hayan superado previamente la formación teórico-práctica necesaria para su tenencia, uso y manejo. Su uso exige, según explicaron, «proporcionalidad» y queda supeditado a que se «agoten todas las vías de diálogo, negociación y mediación posibles».

La propuesta de Unidas Podemos recuerda que el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, aseguró en septiembre en el Congreso que se iban a adquirir 1.000 pistolas eléctricas destinadas a las unidades de seguridad ciudadana. Además, repasa diferentes pronunciamientos críticos con las táser de organizaciones de derechos humanos, incluyendo el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas y el Defensor del Pueblo.

Así funcionan las pistolas eléctricas Táser 

La pistola eléctrica Táser que tienen los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es un arma de electrochoque diseñada para incapacitar a una persona o un animal mediante descargas que imitan las señales nerviosas y confunden a los músculos, sobre todo los brazos y las piernas.

El Dispositivo Conductor de Energía (DCE) Táser es una marca, pero que tiene casi la exclusiva en España. Dispara dos electrodos en forma de arpones, que se clavan en el objetivo y transmiten la descarga inmovilizadora. Su duración es de unos cinco segundos.

La pistola Táser se puede disparar a  a una distancia de 7,5 metros aunque la idónea es de entre tres y cinco metros. Esta pistola genera en vacío 50.000 voltios, pero en contacto con la persona cae a 400 voltios con una corriente de 2,1 m.

Se trata de un arma no letal. Su utilización se hace junto a una cámara personal que graba la actuación de los agentes y a la posesión de un desfibrilador.

Cumplen una triple función según los especialistas en armamento: «Reducir el tiempo de la inmovilización de la persona, facilitar un uso mínimo de la fuerza indispensable en la actuación policial y reducir el sufrimiento de la persona que la recibe y de los agentes que hacen la intervención».

El uso de la Táser está desaconsejado en casos como mujeres embarazadas, menores, personas vulnerables, menores o que se encuentren al lado de depósitos con gases inflamables  (por ejemplo, gasolineras).

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